SALUDO FRATERNAL A TODOS LOS NÚCLEOS

RELIGIOSOS, ESPIRITUALES Y FILOSÓFICOS

Tomado de la Revista Ariel Nº77 de 1960

 

 

El CONGRESO MUNDIAL PERMANENTE DEL HOMBRE DE TODAS LAS RELIGIONES, CREENCIAS, FRATERNIDADES Y FILOSOFÍAS, cuya Asamblea General acaba de inaugurarse, por ser Tribuna Libre Universal de la Conciencia y la Dignidad Humana para los Tiempos Nuevos, envía su amistoso saludo con las expresiones más fervorosas de honda simpatía por sus ennoblecedoras ansias humanistas y empeños para favorecer el progreso de acuerdo con las respetables normas morales y espirituales, y dentro de un clima de completa paz y perfecta confraternidad humana.

Laboramos sobre todo para apresurar la feliz realización de todos los ideales humanitarios, que son esencialmente la base de todas las enseñanzas religiosas y filosóficas. Quisiéramos que el mundo entero se percatase de la profunda significación de este evento ya que procuramos por todos los medios construir puentes entre las naciones, las religiones y todas las agrupaciones humanas, como también sublimes lazos de fraternidad y amistad indisolubles e inevitables, a fin de que la humanidad sea de veras una gran familia pacifica y respetable, consciente y digna bajo todos los conceptos, ya que la vida puede resumirse en una grandiosa empresa de mutuo interés y de valores que son por naturaleza sagrados. Anticipamos el día dichoso en que no habrá más fronteras, dogmas, ni cercos de ninguna especie, social o confesional, que separen a los hombres entre sí y que hasta los opone los unos a los otros por simples intereses materiales, prejuicios o pasiones circunstanciales. Anticipamos el día en que los hombres de todas las nacionalidades y confesiones podrán viajar libremente en un mundo que debiera ser propiedad de la humanidad entera y de Dios antes que de grupitos egoístas e irresponsables, o monstruosos. Anticipamos, en fin, la hora de la humanidad, en que todos los hombres se traten de hermanos, y nunca más de extranjero, o mediante otros epítetos poco respetuosos. Por sobre todo, anticipamos el día en que los hombres no sean ya separados ni por su fe ni por su posición, ya que hay un sólo Dios, y nadie tiene derecho a vanagloriarse de nada mientras haya bien sea ignorancia, miseria, injusticia o sufrimientos prevaleciendo de manera rampante por doquiera.

A todas las naciones del orbe enviamos nuestro sincero saludo, a Dios rogando y mazos dando, a fin de que alboree un nuevo día para la humanidad, acabando con todos los obstáculos que quedan aún y que impiden que todos los hombres constituyan una gran familia pacífica y feliz.

Eduardo Agüero Vives B. Ledran
Presidente Secretario General

Habana, 22 de Octubre, l.959