TRASCENDENCIAS DEL MATERIALISMO

Alejo Cáceres A.

¿A dónde se dirige el hombre en su carrera? ¿A la nada o a una Luz desconocida.?

 La muerte es el otro punto de interrogación de muchos, que tenemos siempre ante la vista, al cual se enlazan innumerables cuestiones cuyo examen ha sido la preocupación y la desesperación de las edades, la razón de ser de muchos sistemas filosóficos y de las religiones.

A pesar de todos los esfuerzos del pensamiento, estamos aún envueltos en la obscuridad y nuestra época se agita en las tinieblas y en el vacío y busca sin encontrarlo un remedio para sus males. Los progresos materiales son inmensos; pero aun en el seno de las riquezas acumuladas por la civilización, es posible morirse de privaciones y de mi seria. El hombre con todos estos adelantos materiales no es más feliz ni mejor que antes. En medio de sus trabajos rudos, ningún ideal elevado, ninguna noción clara del destino lo sostiene, lo que provoca sus desfallecimientos morales, sus excesos, sus rebeliones. La fe en el pasado se ha extinguido, el escepticismo y el materialismo la han reemplazado, avivando como un soplo el fuego de las pasiones, de los apetitos y de los deseos.

La mayor parte de los hombres en el mundo no se preocupan de su relación con la Divinidad y esta palabra no tiene ninguna significación para ellos y creo que lo único que puede afectar a hombres tan indiferentes es un terremoto, un cataclismo, o algún otro choque violento o cruel.

A pesar de esto, la senda del materialismo no está hoy tan concurrida como hace pocos años. El espíritu de la época está cambiando y aunque quedan muchos todavía que se sienten orgullosos de ser clasificados de materialistas, hay otros que se han dado cuenta de que el materialismo no tiene mucha base y han tratado de abandonarlo, lo que no ha sido nada fácil para ellos.

Los primeros son aquellos que exigen evidencias palpables de las pruebas aceptadas por los místicos respecto a la vida eterna, debiendo ser esta prueba material, o sea que para demostrar la existencia de lo intangible hay que tener una prueba tangible, lo que no solo no es fácil sino imposible.

De esta manera el materialismo ha llegado con sus estudiosos a las investigaciones psicológicas. El objeto de esta clase de investigaciones es probar por medio de evidencia materialista, que nuestros sentidos no son capaces de percibir todo lo que se encuentra en el Universo que nos rodea y del cual el materialista se siente espectador en vez de considerarse parte de él como es en realidad.

Los del segundo grupo tratan de estudiar en algún circulo de estudios psíquicos, o espiritista o se dedican al hipnotismo; pero casi siempre olvidan que estos fenómenos que tratan de demostrarles que hay algo en el hombre capaz de funcionar aparte del cuerpo físico y de los cinco sentidos, son solo indicaciones de las funciones de la consciencia más allá del plano físico.

En el siglo pasado nació una creencia nueva que aparecía apoyada sobre hechos y ofrecía al pensamiento un refugio aparente y en el cual se anunciaba una renovación intelectual y un florecimiento de ideas que se creían abandonadas, pero que en el fondo no es más que una nueva forma del materialismo, me refiero al Espiritismo.

De estas investigaciones, de estos estudios y de estos descubrimientos se puede deducir que con el Espiritismo solo se llega al mundo astral, al mundo de la emoción, con el que se colocan en contacto, pero no por eso este mundo es menos material que el mundo corriente en que vivimos. Tampoco sale el Espiritismo del cerco de los tres mundos en que vive el hombre: físico, emocional y mental inferior, y no se pone en realidad en contacto con los mundos superiores, pero hay que indicarlo, que frente al rudo materialismo del siglo pasado, fue esta sin duda alguna una gran mejora.

Cuando en las sesiones espiritistas se evoca un alma y responde, según sus seguidores esta aparece revestida por un cuerpo fluídico, más a pesar de esto material.

  1. W. Crookes se dedicó al Espiritismo y construyó instrumentos para comprobarlo científicamente, que tenían una precisión y una delicadeza inauditas, pero no por eso dejaban de ser instrumentos para captar fenómenos materiales. Los fenómenos observados: movimientos de cuerpos pesados, ejecución de piezas de música sin contacto humano, aparición de formas y figuras, son todos fenómenos materiales.

Los estudios realmente superiores no alteran tampoco las condiciones físicas del estudiante y tratan de mejorarlas, en cambio el espiritismo altera las condiciones de vida del médium que se dedica al estudio de estos fenómenos y puede conducir al estudiante y alteraciones nerviosas cercanas a la locura y aún a esta.

El Espiritismo se basa en estos fenómenos anormales y sus sostenedores mantienen que son producidos por los espíritus de los muertos que vuelven a la tierra para comunicarse con los que han querido o con aquellos con quienes los une el afecto. En realidad esto es imposible, pues los espíritus de los muertos no pueden volver a la tierra, salvo casos muy excepcionales, ni tampoco se comunican con los hombres, a no ser por medios enteramente subjetivos. Lo que aparece objetivamente es el fantasma del hombre y la causa de las llamadas materializaciones es generalmente el cuerpo astral o doble del médium, o bien de otra persona presente, y las manifestaciones de lectura sobre pizarras son también fenómenos producidos por el cuerpo astral, ¿qué es la fuerza activa en las manifestaciones de esta clase.

Muchas veces los restos astrales, los cascarones astrales de las personalidades que fueron y los elementales producen también estos fenómenos. No son pues tan simple estas manifestaciones como creen los espiritistas; pero en ningún caso son producidas por la individualidad espiritual que reencarna y que es inmortal.: ATMA, BUDHI y MANAS, pues la individualidad consciente de los muertos no puede materializarse, ni abandonar su propia esfera mental superior para volver al plano físico de objetividad material terrestre al llamado del médium.

Sin duda alguna que siendo la chispa divina en el hombre una e idéntica en su esencia, con el Espíritu Universal, con lo que ES, nuestro Yo superior es prácticamente omnisciente y por los impedimentos de la materia no puede manifestar su saber. Cuando más desaparezcan estos impedimentos, cuanto más se paralice el cuerpo físico en lo que respecta a su actividad y conciencia propias e independientes, como son los estados de sueño profundo, de éxtasis y también a veces de enfermedad, más podrá manifestarse el Yo superior en este plano físico. Esta es la explicación de muchos fenómenos de orden elevado verdaderamente asombroso, como el de aquellos que bajo el trance hipnótico o sonámbulo componen música, poesía, problemas matemáticos sin mayores conocimientos, fenómenos en los que se manifiesta una inteligencia y un saber innegables.

Ya los espiritistas han declarado que todos los fenómenos no son producidos por espíritus, si bien los de orden más elevados tienen por causa las almas desencarnadas. Algún día llegarán a reconocer la verdad entera que es más bien que las almas de los vivos son las que ascienden a la región de las almas espirituales puras, ya que al entrar en trance el médium, el Ego espiritual se liberta de sus trabas y se encuentra en el mismo plano que las almas desencarnadas y si hay alguna atracción entre ellas y aquel Ego, se pueden comunicar, como sucede a veces durante el sueño, y puede el Ego hacer repetir al cuerpo físico los pensamientos e ideas del alma desencarnada.

En cuanto al aspecto filosófico del Espiritismo, es un conjunto de teorías mal definidas e informes, o sea, mejor dicho, no tiene filosofía alguna como lo declaran sus mejores, más intelectuales y ardientes defensores. Nadie puede negar que los fenómenos espiritistas se manifiestan por medio de los médiums, dirigidos por fuerzas invisibles e inteligentes, pero la falta de organización de sus seguidores, su falta de método y de plan, el trabajo inconstante, la energía vacilante, el fanatismo, han conducido mal al espiritismo. Finalmente podemos dar por sentado que el espiritismo es el materialismo trascendente y no la verdadera Ciencia Espiritual y si bien nosotros entendemos que espíritu y materia no son más que reflejos o aspectos, o sea que el espíritu es materia potencial y la materia es espíritu condensado o cristalizado y la condición original y eterna de toda manifestación es la CONSCIENCIA CÓSMICA o UNIVERSAL de la cual ambos son sus manifestaciones y sostenemos que la palabra Espíritu solo se puede aplicar a la verdadera individualidad ya señalada.

El gran baluarte del materialismo ha sido la ciencia, pero aún esta ha tenido en estos últimos 20 años, un desarrollo tan extraordinario que de día en día le ofrece menos apoyo. Es natural que el hombre científico limite su atención al mundo físico, que examiné cuidadosamente los materiales, que recoja la evidencia material y que acumule toda la experiencia posible para él; pero los descubrimientos más recientes de la ciencia demuestran que muchas de las afirmaciones de los antiguos no pueden considerarse como incorrectas y las afirmaciones científicas se acercan cada vez más a las afirmaciones de los místicos de la antigüedad, lo que dice mucho en la justificación del misticismo de todos los siglos.

Ha demostrado con la fisión atómica que la energía está inmanente en la materia, qué es lo mismo que decir que Dios o algo equivalente está en ella. En otras palabras, con la fisión atómica el hombre ha hecho lo mismo que Prometeo y se ha robado el fuego de Zeus.

Por otra parte, se sabe asimismo que es posible en ciertas condiciones penetrar a través de las paredes, desmaterializar un objeto en una estancia y materializarlo en otra próxima, experimento hecho bajo condiciones de investigación suficientemente estrictas para satisfacer las exigencias de eminentes hombres científicos.

Después de experimentos de esta clase no se puede considerar a la ciencia como puramente materialista; pero los hombres de ciencia no pueden aceptar sin vacilaciones una concepción mística del Universo y solo toman está como base para sus investigaciones y no podemos confiar que la ciencia nos de las pruebas que buscamos, pues la ciencia no pretende investigar el asunto en todos sus aspectos.

Después de examinar estas teorías, y de haber hecho algunas investigaciones; después de leer a algunos místicos y libros como el Nuevo Testamento, el Bhagavad Gita o la Imitación de Cristo, en muchos individuos de opera una reacción en su mente y como todo se repite en la historia, vuelven al materialismo, pero en otra forma más trascendente y al enterarse de que existe un mundo astral, un mundo de emociones y de anhelos; que hay ciertos poderes que es dable adquirir en esa región y que ellos pueden ser ocupados provechosamente, enseguida se preparan para adquirir tales poderes.

Este es el motivo del renacimiento del psiquismo, que es también una trascendencia del materialismo, una forma un poco más elevada, un poco más sutil, del materialismo del siglo XIX. Por esto hay un interés creciente en las llamadas ciencias ocultas, en las que la Humanidad ha encontrado un nuevo juguete y desea obtener de él resultados concretos.

Si un emprende experimentos apropiados es posible que alcance un gran desarrollo en el plano psíquico y halle la evidencia de que existe un mundo diferente de este, pero siempre material, en el cual no se encuentra ni el alma ni la mente que pertenecen a una atmósfera más clara, menos emotiva y en el sentido corriente mucho menos interesante que los explicados.

por eso decimos que al entrar en estas esferas de experiencias uno tiene que continuar la vida en otro plano o nivel del materialismo y las tendencias materialistas de la mente siguen tan activas como antes, aunque en un mundo más sutil que el físico y el hombre sigue buscando nuevas sensaciones, nuevas vibraciones y nuevas emociones.

Esta es la misma razón por la cual un alto iniciado que se manifiesta en cuerpo físico perturba toda la vida y la civilización del lugar donde se encuentra, debido a que a través de su cuerpo vibra la vida del Universo solar y los rayos del Sol no pueden concentrarse en un punto sin que suceda algo importante. Lo que haya de rudo en las personas y en la civilización se manifestará en una forma mucho más clara y el egoísmo y la limitación serán mucho más fáciles de observar.

Actualmente parece que el hombre hubiera sido cogido en el presente ciclo de materialismo y aparece como el cautivo de su propia evolución y se encuentra como en cadenado en sus propios anhelos y en vez de avanzar se detiene en su marcha hacia su destino.

En cambio el sendero que nos conduce a la luz nos librará de la acción de los opuestos: acción y reacción, etc.; y podremos llegar al Centro de Luz, a la Conciencia Cósmica, de la cual nacen los mundos manifestados y la Humanidad misma. En este Sendero se aprende la Ciencia de la Inmortalidad, la manera de emplear los poderes adquiridos y a la par, la materia de que estan compuestos los mundos visible e invisible. Esta ciencia de la Inmortalidad es la que estudiamos nosotros en el Colegio Rosacruz Esotérico Universal.

Este conocimiento es material, es algo que no debemos perder de vista y si no se encuentra al alcance de todo el mundo es porque la gente no quiere ni puede recibirlo. Tiene todas las características de lo material o sea que es limitado y está en cierto lugar y bajo ciertas condiciones se puede obtener, pero hay que cumplirlas.

El hecho es que la inmensa mayoría de la gente no quiere tener conocimiento de ninguna especie, se niega a recibir su parte aún la que es necesaria para los efectos de simplemente vivir.

Por esto no hay la menor injusticia respecto a este conocimiento especial que queda en poder de unos pocos, pues lo que lo reciben no se apropian de algo que pertenece a otros, no privan a nadie de nada; sencillamente toman lo que otros desechan o desprecian y lo que de todos modos se perdería si ellos no lo aprovechan.