EL ASTRAL
Los sistemas exotéricos se caracterizan por sus actividades de carácter psíquico. Sus rituales, sus plegarias, sus escapularios y amuletos, sus fórmulas de consubstanciación mística, como lo son los Sacramentos y la Santa Comunión, son otras tantas formas más o menos eficaces de apelar a la Conciencia interna del individuo y de poner en acción las diversas fuerzas emocionales. Muchas veces tiene por objeto excitar a la voluntad y despertar un sentido superior, preparando para mejores actuaciones en la vida.
Las Órdenes religiosas, los Capítulos Místicos de los Masones y de los sistemas religiosos, las Cofradías, son también empeños para establecer una más íntima relación entre los interesados. Antiguamente estas prácticas se hacían solamente en presencia de grandes multitudes, y se llamaba la “relación” una Eclesia (Iglesia), o mejor dicho, una Comunión egregórica. Entre los Judíos se llama Egrégora la entidad oculta, en el Astral, formada por los pensamientos de toda una comunidad o de un grupo determinado de individuos que piensan, creen o viven de la misma manera, al unísono. Tales Egrégora, los tienen todos los sistemas religiosos.
El Plano Astral, o sea el estado natural en que se fija y concentra la fuerza de todas las emociones, de todos los deseos y de todas las ideaciones mentales (Manas Inferior), es el dominio por excelencia de las creencias y fe exotéricas. En él se perpetran todas las maravillas de los rituales ceremoniosos de los cultos, y también en él se operan todas las transformaciones de carácter psíquico.
Los sistemas religiosos culturales y litúrgicos, sacramentosos en sus credos y devocionales en sus doctrinas, obran en el plano Astral más que en el físico. No se diga ya nada del plano Espiritual, pues estos no trascienden a él ni en conceptos ni en realizaciones afectivas.
El Psiquismo que vemos imperar en todas las prácticas y creencias inclusive de las religiones humanas es una evidencia del hecho de que pertenecen al dominio Astral.
Muchos individuos creen que la Comunión Astral es indispensable. Es decir, se figuran que es una necesidad imprescindible pertenecer a una Egrégora o baluarte oculto, de poderes psíquicos, para poder triunfar de las malas fuerzas, de las desventuras y de un mal sino en el curso de la existencia. Nada más erróneo.
En este principio de los “resguardos ocultos”, lo mismo que en los “círculos mágicos” de los ocultistas, hay la consagración de la debilidad del carácter, de la falta de confianza y de control, y, en fin, la manifiesta incapacidad cultural y Espiritual en el individuo. Esto equivale en realidad a consagrar los “refugios” para débiles, para quienes aceptan su derrota, en fin, para quienes confían más en poderes salvadores ajenos, extraños, inverosímiles, fantásticos. Esto no es diplomacia o filosofía derrotista, pasiva, anuladora de los fueros internos, a la vez que negadores de los imperativos kármicos y biológicos y la fuerza inminente capaz de modificar los destinos, en una palabra el curso de la existencia.
Además, el individuo debe aprender a ser íntegro, a superarse a sí propio, a ser lo mejor asequible. Para esto, ha de trascender tanto lo Astral como lo físico, pues ambas son condiciones “materiales”, de planos inferiores. Lo psíquico resulta dañino, como motivo de excitaciones, para toda expresión de la Conciencia o vivencia sublime del Espíritu.
No condenamos las Comuniones Psíquicas, los poderes del Astral, que tienen sus funciones para los seres débiles e inferiores, más sí les negamos toda indispensabilidad o supremacía en el sentido genuinamente Espiritual.
Si nos interesamos en lo ESPIRITUAL, desliguémonos del fenomenalismo deprimente y engañoso, ilusorio, del Astral.
El dominio Espiritual cuenta con una Comunión infinitamente más poderosa, desarrollada y diseminada que todas las Comuniones religiosas, místicas y mágicas del campo exotérico juntas. Es la GRAN FRATERNIDAD ESPIRITUAL UNIVERSAL, otras veces llamada BLANCA, o AMARILLA, o SOLAR.
Esta COMUNION ESPIRITUAL comprende todos los Maestros de Sabiduría y sus discípulos. Está integrada, por lo tanto, por todos los individuos más avanzados en evolución.
PRECAVESE de los mirajes del ASTRAL.
Mejnour Hutulktu jol-Nor