LAS MARAVILLAS DEL INDIVIDUALISMO COOPERATIVO
No hay absolutamente nada malo, torpe, vicioso o vergonzoso en relación con el individualismo si este es bien entendido, y perfectamente adaptado al servicio social y a la rehabilitación colectiva.
El individualismo es un asunto nefasto sólo cuando asume forma de egoísmo, o como expresión del exclusivismo personal, en contravía de los valores espirituales y los Principios Universales.
El individualismo mórbido y temerario se convierte en tiranía, y sus métodos de acción son siempre limitados, egocéntricos y monopolistas, autocráticos y personales.
Sin embargo, la persona no está jamás separada del entero Universo. No hay fronteras específicas o definidas entre la personalidad y lo Universal, o entre los pensamientos y el entorno, y entre los sentimientos, aspiraciones y la eternidad.
Por otra parte, atraemos continuamente energía, y vivimos gracias a la fuerza de la inspiración que nos alcanza desde todas partes, e incluso desde las mismísimas regiones más remotas del infinito, que nuestra mente es incapaz de abarcar o comprender completamente.
El Cooperativismo no necesita más ser explicado o defendido. Se ha ganado un lugar en el mundo, que desafía la bondad de todos los otros sistemas económicos existentes.
El individualismo es tabú para el Cristianismo porque aparenta un desafío de la inteligencia humana a los poderes Divinos. En último análisis, consideramos que el individualismo es uno de los atributos más maravillosos que distinguen a las criaturas inteligentes. Muchas otras religiones, tales como el Hinduismo, el Budismo y el Taoísmo, son sin embargo profundamente individualistas, porque le permiten a cada átomo el derecho a tomar sus decisiones y escoger sus ideales y un curso de vida.
En cuanto a nosotros, pensamos que las nuevas bases fundamentales de la vida han sido descubiertas dentro de la forma de concebir la Economía y hacer marchar una COMUNIDAD Mundial como un engranaje de un reloj, sin regimentar, no obstante, al hombre, ni imponerle dogmas o medidas coercitivas. Adicionalmente, hemos introducido en el ideario humano un conjunto de nuevos imperativos, que quizás siempre fueron un tanto conocidos y sufridos, pero nunca hasta ahora explicados y demandados como necesidades fundamentales y vitales. Éstos son, a saber, la necesidad de garantizada salud, felicidad, paz, respeto, dignidad, asistencia (servicio), y certidumbre económica. Todas estas condiciones constituyen nuestra constante insistencia a favor de tales Principios Universales que consideramos como imperativos vitales.
La economía padece cánceres terribles, que pueden nombrarse categóricamente como DINERO e INTERÉS. Ambos se apoyan sobre el principio o postulado de GANANCIA EGOÍSTA, y se constituyen en fuente de toda forma de inconformidad, vicio, perversiones desbordadas, actos bárbaros, desprecio a todos los valores espirituales e incluso promoción del comercio contra los sagrados ideales en detrimento de los mismos.
El mayor mal de la economía moderna consiste, sin ninguna duda, en el hecho de que el DINERO, en lugar de ser una simple comodidad, se ha convertido en el símbolo del CRÉDITO y una herramienta de LUCRO. Gracias al egoísmo lucrativo, el Dinero se ha vuelto precisamente eso, a causa del INTERÉS funcionando como un factor estimulante, el cual es frecuentemente el más pernicioso de todos los elementos conocidos para el hombre.
Todos los filósofos avanzados y sabios iluminados admiten que este sistema de Economía es el que rinde a la civilización materialista a tan trágica maldición. No obstante, ninguno parece comprender que todas sus Enseñanzas y doctrinas permanecen fútiles hasta que tal mal sea removido del mundo. Las personas no pueden lograr la grandeza y la perfección celestial mientras estén poseídas y continuamente estimuladas por este demonio o poderes divinizados.
Muchos reformadores de los sistemas monetarios abundan, ofreciendo esquemas diferentes, a fin de remediar los males mundiales. A decir verdad, ninguno ofrece realmente soluciones consistentes. Sin embargo, la estabilidad y la Paz mundial dependen completamente de una solución constructiva a todos los problemas económicos. La inquietud social y el caos político también reposan sobre este asunto.
El problema de la riqueza esta subordinado al sistema financiero en vigor, que es tan viejo como el mundo. Desgraciadamente, una revisión general a la economía mundial debe producirse si queremos encontrar una solución real y definitiva. El dinero, como una comodidad, no estaría, después de todo, tan cargado de males, si pudiera perder su fuerza valor al usarse por primera vez, de la misma manera que con las notas bancarias o las cartas de crédito. Pero lo que hace al Dinero tan perverso es el hecho de que es un artículo portador de interés y al mismo tiempo un medio de CREDITO. Esto es básicamente inmoral, y fuente de toda clase de errores y tragedias, porque las personas no encontrarán fin a sus problemas y se verán inmersas en graves dificultades para obtenerlo, incluso sin trabajar, sin ganarlo mediante su producción y tratarán de ganarlo por medios equivocados como la especulación o a través del asesinato.
El concepto de RIQUEZA es lo que debemos cambiar. La economía, o ciencia de la gestión y producción de riqueza, no necesita volverse una fuente de injusticia social y de revueltas, y de disputas políticas y guerras. Si nosotros diseñamos un sistema de economía en el que la riqueza sea común (MANCOMUNIDAD), las personas pueden continuar siendo encarnizados individualistas, pero no enemigos de la sociedad, sino los contribuidores (aportadores, colaboradores) de la COMUNIDAD. EL Interés NO será un obstáculo dentro de estas empresas si todos los individuos se las arreglan para ganarlo honestamente, produciendo. En sano análisis, el DINERO debe ser sólo un medio para permitir el mercadeo, transporte y distribución de bienes producidos, y nada más. Un simple vale que demuestra que el valor ha sido reconocido y que están conformes.
El DINERO se ha convertido en un accesorio o artículo diabólico cuando puede obtenerse a través del robo, la lotería, los juegos de azar, los monopolios, el vicio, el pillaje, el asesinato o la guerra. Y una economía fundada sobre tales posibilidades indudablemente no es ni moral, ni honrada, ni dignificada.
El individualismo cooperativo puede abolir todo el DINERO completamente, y establecer la estructura y el mecanismo de la MANCOMUNIDAD, en la cual todos los individuos son participantes (Socios) y dueños de porciones proporcionales a su positiva contribución real a esta COMUNIDAD.
El Tibetano
Original en Francés tomado de: Foyers de Conscience Spirituelle “BODHA”, Ecole Esotérique de l´Union Spirituelle de Service Universel. Splendours of Eternity, March 21,1973, Fasc.4