Este es el mejor momento para expresar nuestra más sincera esperanza de que la humanidad sopesará con más seriedad todos los problemas que dividen y antagonizan a la gente, a fin de que todos nosotros aprendamos a depender de los factores de PAZ, AMOR y HERMANDAD HUMANA, más que de las fuerzas políticas, agresivas y conquistadoras. Es imperativo, efectivamente, que se haga algo substancial y definitivo para evitar otra guerra, ya que no solamente sería una monstruosidad ver que los seres humanos no son capaces de resolver sus problemas inteligentemente, sino que sería un suicidio para todos aquellos que aún se aferran a la creencia en la superioridad de la violencia, de la agresión y del éxito de las fuerzas armadas, más que en la religión y los valores espirituales que son los únicos eternos. Que el próximo año sea de rectificación, de mejores sentimientos y de mayor inteligencia para todos aquellos que luchan para conquistar el mundo entero y dirigir el destino de la humanidad sin consultar nada más que sus propios intereses egotistas.