U.S.U.:  UNION ESPIRITUAL DE SERVICIO UNIVERSAL

Universidad Mundial Científico-Espiritual de los Tiempos Modernos

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"Definitivamente, la era de la tecnología espiritual ha comenzado"     K.H.

.... QUÉ  ES  LA   U.S.U.?

La USU no es una doctrina que uno adopta, sino más bien un Ideal que uno realiza. No es tampoco una iglesia donde uno va a pedirlo todo, incluso aquello que no se merece, sino más bien una cantera donde cada uno encuentra la tarea y los beneficios que le corresponden.  A la USU no se va a atiborrarse de riquezas sin crearlas, sino más bien para COLABORAR a su realización para beneficio de todos aquellos que participan en ella en el espíritu de cooperación.  La USU no es nada si no se pone nada, y es todo si uno vuelca en élla su corazón;  es un banco de capitalización de las energías vitales, donde uno ve crecer las fuerzas que se derraman en ella.

La USU está hecha para SERVIR y se encuentra uno igualmente servido en la medida en que uno se atreve y se dedica a SERVIR.  La USU no sirve ninguna iglesia o partido en particular, y no es ni una religión ni una forma de política; es el alma de la Humanidad en pleno ímpetu al servicio de las necesidades del hombre según los Principios Universales.  Es una forma atrevida para resolver los problemas del mundo, pero por lo menos no perjudica a nadie, no está fundada en el egoísmo ni en los dogmas autoritarios o prejuicios totalitarios, y sobre todo aporta un remedio a todos los males del hombre, evita los vicios y desarrolla mejores disposiciones bio-psicosomáticas y de dinámica en el hombre.

La USU es una obra para las almas selectas, pero siempre en beneficio de la humanidad entera, particularmente del hombre común, del CIUDADANO DESCONOCIDO, de las almas humildes del mundo.  La USU, es verdaderamente un CONGRESO MUNDIAL PERMANENTE Y UNA COMMONWEALTH PACIFICA DE LOS HOMBRES LIBRES, por encima de todas las iglesias, naciones, partidos y clanes diferentes que luchan entre ellos para imponerse mutuamente, siempre a expensas de los demás.  La USU ofrece un plan de salud, de paz y de dignidad integral al hombre, mientras que los sistemas los más diversos, las sectas, las escuelas y los partidos, se difaman, se odian, se calumnian y se degollan, sin aportar al mundo la menor solución a los problemas que se confrontan.  La USU ofrece finalmente, un oasis de paz y de juicio sano a todos aquellos que quieran trabajar de buena gana para la rehabilitación del conglomerado social del cual ellos usufructúan la dignidad y los beneficios exclusivos, mientras que afuera las gentes se acorralan mutuamente como animales hambrientos, ensangrentando el mundo a causa de sus pasiones exaltadas y jamás saciadas.

La USU no es una mística y no es ciertamente una metafísica.  Es sin embargo un medio y una finalidad en sí, donde el hombre se rehabilita él mismo en conciencia, se madura mentalmente y se ilumina espiritualmente en una irradiación en los confines de la eternidad.

Pero para convertirse en UNIVERSIANO es preciso ante todo haber sufrido.  De otra forma no se sabría comprender este Ideal de Rehabilitación humana integral y de emancipación espiritual.  También es preciso quererlo sin cesar, y esforzarse en comprender estos motivos y en realizar sus finalidades.  La USU no es una doctrina que se traga como una píldora farmacéutica, o una fórmula ya hecha que se recibe como un golpe de mazo, sino más bien un esfuerzo cooperativo en el cual el corazón y el intelecto de los hombres de buena Voluntad se galvanizan en un supremo propósito de rehabilitación moral, cultural, económica y social, para el bienestar y la felicidad de todos.  La USU, no es una fuerza hipnótica a la cual uno está sometido, sino una certidumbre que se desarrolla en uno mismo por la vía del esfuerzo sincero sobre sí mismo así como sobre los planos de la vida cotidiana.

La USU no exige a todos sus participantes de ser perfectos pensadores o paradigmas del Ideal; pero si al menos cada uno es sincero, y de buena gana quiere cooperar en un espíritu de respeto mutuo y con el propósito de un bienestar común, será imposible no alcanzar su plena realización.  No se puede obligar a la gente que ha sufrido toda su vida al yugo de los dogmas más diversos, a convertirse de hoy a mañana en CIUDADANOS DEL MUNDO, libres, comprensivos, pacíficos y respetuosos de los demás, pues esto sería como pedir a un hombre convertirse en pájaro.  La USU, pues, es también una gran escuela donde se aprende a pensar, a comprender la vida y a vivir en el pleno respeto de las almas que buscan, que quieren amar, y que tienen derecho a la felicidad.

Pero la USU no interviene en los asuntos de conciencia de sus participantes.  Ella no limita la libertad de la gente por cuanto cada uno COOPERA sinceramente a la realización del Ideal común que ella encarna.  Entre nosotros nadie tiene el derecho de imponerse a quien sea, pues entre nosotros todos estamos libertos, todos tenemos derecho a la vida de la misma manera y nadie puede imponerse o mandar dictatorialmente, teológicamente o por medio de prejuicios.

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Es preciso ante todo acabar con el "egocentrismo", el primero de todos los males del hombre y que engendra todos los crímenes y problemas del mundo.  Es ahí también donde es preciso buscar el origen de los dogmas, estos desfallecimientos de la razón que se proyectan en la historia bajo la forma de oscurantismo.  Este oscurantismo a su vez crea la ignorancia, la debilidad moral y la esclavitud social.  La ignorancia en sí es una forma de indigencia, de raquitismo y de supeditación espiritual.

Es preciso educar al hombre a fin de que encuentre su lugar en la suma de la historia, amaestre sus sentidos, cultive sus facultades mentales, despierte y aplique su potencial de conciencia y, en fin, se emancipe espiritualmente en una poderosa radiación de nobles sentimientos y de certidumbres magníficas.  Las certidumbres son las conquistas del Espíritu en las esferas  de la vida más allá de la razón, mientras que los dogmas son los desfallecimientos, los señuelos calculados y las monstruosidades de la razón.  El hombre debe estar provisto de fuerzas y de aptitudes, antes de concretizarse en las creencias, pues debe por lo menos ser capaz de saber por qué él cree y comportarse en el decurso de la vida según su saber íntimo.

El hombre ignorante es siempre moralmente débil y un retardatario en el juego de las fuerzas sociales.  Es víctima de su miopía mental y de todos los dogmas que le imponen, sean ideologías religiosas o políticas.  Se debe, repitámoslo bien, librar al individuo de sus propias limitaciones, sacarlo de las penumbras de su alma, elevarlo por encima de sus propias debilidades, si verdaderamente queremos que él evolucione y que justifique su existencia noblemente.  Procediendo así se facilita la obra de las iglesias y de los partidos políticos pues se capacita al individuo para las funciones y finalidades que le son propuestas por estos sistemas.

La USU contempla estas posibilidades, no de manera lírica o simbólica, sino muy efectiva y práctica.  Nosotros queremos en efecto rehabilitar al individuo común, restituirlo a la Naturaleza, reintegrarlo espiritualmente al Verbo Espiritual Universal, la Esencial Divina de la Vida.  He aquí en qué consiste nuestra tarea, pero empezando por resolver los problemas económico-sociales que aplastan al hombre y educándolo para este modo de vida inteligente y consciente que proponemos.

Así, sin sentimentalismos, pero con un profundo sentido romántico y de misión creadora humanística y Espiritual, vigorosamente heroica, la USU hace de la realidad un Ideal trascendental que toca integralmente al individuo en sus aspiraciones las más bellas así como en sus necesidades inmediatas.  No es una doctrina ni una ortodoxia, sino una rehabilitación del hombre.  No es, en fin, una teoría o una plataforma de ocasión, ni una simple ilusión mística, o una promesa alucinadora, pero irrealizada.  Su tarea, su estructura, su condición y su función consisten en UNIR  las almas por el esfuerzo mutuo en un objetivo común, como una inmensa sinfonía dedicada a la Conciencia Universal, al Espíritu Divino Eterno.

Nota sobre el Karma

Algunos se figuran que somos víctimas permanentes del karma, es decir de la Providencia.  !Grave error¡  El KARMA es un resumen de fuerzas, el producto de nuestro vitalismo bio-psicológico.  Este resumen se convierte en un campo inductivo en el cual las leyes de la biodinámica presiden al electromagnetismo.

Ningún determinismo preside a este proceso, si no es el que emana de los organismos individuales en potencia de acción, y en lo que concierne a la vida humana podemos adelantar sin duda que somos nosotros mismos quienes fijamos los términos de nuestra vida, por nuestro dinamismo íntimo, nuestros pensamientos, nuestros ideales, nuestras aspiraciones o inspiraciones espirituales.


SI VIVIMOS REALMENTE LOS FUNDAMENTOS DE NUESTRA PROPIA RELIGION, NO PODEMOS HACER MENOS QUE ACTUAR CON GENTILEZA Y FRATERNALMENTE PARA CON TODOS LOS OTROS
SERES 


La Alianza Religiosa Universal y el
Congreso mundial Permanente de todas las Religiones, Fraternidades y Filosofías