También hay el hecho de que el progreso moderno está evolucionando hacia una forma de humanismo cultural e inclusive la ciencia está descubriendo las munificencias de la espiritualidad real.  Naturalmente mucho de ello no es más que letra muerta para mucha  gente, pero los valores morales y los poderes espirituales no son cosas que se pueden desmenuzar o minimizar.  Que nos importe admitirlo o no la pauta que marca la ciencia ha de prevalecer en la vida de la gente en los siglos venideros.  Y si la ciencia continua desarrollándose a la luz de la conciencia, es obvio que la vida pronto tendrá dimensiones completamente nuevas.  Hoy la mayoría de la gente vive de manera casual y a ciegas, a veces creyendo, pero nunca muy inclinada a ser y a vivir como cree. El mundo Espiritual es ahora una simple asunción, una esperanza y un gran sueño para ella; la mayoría de la gente cree en los fenómenos y valores espirituales, y las realizaciones Divinas que se derivan de la nobleza espiritual pronto serán un reino de certidumbres, claras como el cristal y no un mundo de esperanza separado por un muro de ansiedad confusa pero dolorosísima.

Muchas personas, naturalmente, quedan fuera de este rayo de luz de comprensión que enfocamos o prefieren jugar con palabras y engañarse con emociones.  Pero esto no resuelve los problemas, las tragedias, los caos y guerras, las calamidades como las de China, Cuba, Argelia, Congo, Vietnam, etc., o  hechos tales como el vacío en las iglesias y la constantemente creciente desatención hacia la Religión, la Cultura y los valores estables.  Frente a realidades no se puede perder el tiempo, pero si la gente rechaza la FRATERNIDAD-COMUNIDAD UNIVERSAL DEL HOMBRE  ¿para qué sirve seguir hablando de temas ilusorios?