LA VESTE NUPCIAL
Tomado de la Revista Ariel impresa Nos. 10 y 11, Marzo y Abril de 1940
Tomamos del gran diario “El Estado” de Santa Marta, de fecha 19 de marzo del presente año, el siguiente importante artículo editorial de nuestro muy apreciado Maestro Pr. OM Cherenzi Lind:
“La fe siniestra del comunizante bárbaro e irresponsable, es tan maligna y detestable como la fe del piadoso devoto del Cristo que vive en perfecto cinismo. Maestro K.H.
Cuéntase en los Evangelios Cristianos que los convidados al Banquete Místico que consagra la exteriorización del Cristo en el mundo, tiene la obligación de llevar la “Veste Nupcial”. Uno de los convidados fue expulsado y privado del festín por no haberla llevado.
La “Veste Nupcial”, se entiende, en el lenguaje parabólico, es la FE.
Pero según la exégesis cristiana, ha quedado sentado que Dios convida por la Gracia, y el hombre le responde por la FE, una Fe libre y racional como parece pregonarlo San Pablo después de todas las traducciones e interpretaciones de que fueran objeto sus famosos escritos. De ahí la confusa interpretación que se suele dar a la sentencia “Cree o muere” ¡Sin Fe nadie es admitido en la Iglesia, pues recuerda, con no poca sorpresa, por cierto, la fórmula del Apóstol que nos afirma que no se llega a Dios Cristianamente sino por la FE (“Credere enim oportel accedentem ad Deus”). La Fe es el traje de rigor para asistir al gran banquete.
Pero el traje de rigor no es la Fe simplemente; sino la Fe viva de las obras, la cual, como por decirlo así, nos conduce a tejer y bordar nuestro regio aporte de virtudes y cualidades morales, comprendidas maravillosamente en la cristianísima Caridad. De ahí que se pregone en la Biblia que la Fe sin las obras es una Fe muerta.
La FE sin las obras es las más corriente, la de los fanáticos, que por eso mismo no logran comprender sus trascendencias. Esa Fe ciega sin las obras es la de los necios y cretinos, que no alcanzan a saborear plenamente su significado porque sin la realización práctica de Fe carece de sentido, y es una negación de la inteligencia, a la vez que una antitesis burda de todo lo sublime, Divino, Espiritual.
Por ahí se habrá de notar todo lo deletéreo que hay en la clásica fórmula de Martín Lutero “Pecca forliter, sed crede forlius” “Peca cuanto quieras, pero cree y confía cada vez más en la redención!.....”
La Fe sin la práctica crística es burda y de cretinos; pero la obra con tal fe en la redención sin mirar el alcance del proceder tiene mucho de grotesco, irresponsable, bárbaro y cínico. No se que puede significar esta malhadada fórmula, sino la utilización del poder de la religión, o mejor dicho el símbolo Divino para la justificación de todos los desatinos y todas las malignidades y perversiones posibles para la naturaleza inculta e innoble de los que se afincan en tales creencias. ¡Cristo convertido en incentivo del pecado!... esto es retornar a las condenables lacras del paganismo de quienes divinizaron los vicios adaptándolos a sus fantásticas deidades. Esto, de hecho, es hacer de la santidad de ciertos principios un escudo o una inmensa capa y a su amparo entregarse a todos los desordenes e infamias. Irrisorio me parece verdaderamente, el que ¡la Fe pueda ser tan mal utilizada, o que el sacrificado mentor sirva de inspiración para la maldad y la ignominia o sea que lo que está llamado a ser el remedio que todo lo cura y que nos orienta hacia la perfecta vida de la Espiritualidad, se convierta en guía, estímulo y protección para la maldad, la estulticia y los vicios morbosos!...
¿Cuál es peor, la “Fe Fanática” o la Obras fundadas en la Fe cínica? ¡Cuánta ignorancia e ignominia bajo los oropeles de la Fe!
Con razón vemos naciones enteras y organizaciones dar prueba de ignominia e irresponsable ignorancia, para después esperar que se les absuelva de toda culpa, o sorprendiéndose de que otras gentes hallen falta en sus procederes. Guiados por la estrafalaria Fe, estas personas ilusas no toleran que se ponga en duda su ¡buena Fe! Lo malo es que su buena Fe es grotesca, bárbara e ignara, y ni su ingenuidad, ni su irresponsable cuita les libera de su honda culpabilidad. No es posible actuar tan siniestramente sin que la Conciencia sufra hondas perturbaciones.
San Agustín, fundado en quien sabe que experiencias íntimas exclamó cierta vez: “Qui Creavit te sine te, non salvabit te sine te” Dios que te crió sin tu cooperación, no te salvará sin ella. Esta sentencia parece obvia y enfática: ¡No basta la Fe por sí y sin las obras, ni tampoco éstas sin aquella, ni mucho menos éstas pueden ser antitéticas a aquella, ni más ni menos que la Fe sincera, honda y noble puede provocar actuaciones u obras que le sean antagónicas!
¡No profanemos lo santo! La Gracia y la Espiritualidad verdaderas no pueden ser consecuencia de una fe burda o incongruente, ni una amalgama de sacrilegios, vicios e ignorancia.
MULTI ENIM SUNT VOCATI, PAUCI VERO ELECT: Muchos son los llamados, mas pocos son los elegidos, ha dicho el inspirador de los Evangelios, y esto debe aleccionarnos acerca de la realidad, pues aunque la Fe dé el derecho para asistir al Divino Banquete, porco son los que logran beneficiar de sus bendiciones, por cuanto es difícil aunar el ideal con la realidad, o hacer que la Fe sea una fuente de inspiración ennoblecedora.