CARTA A UN SACERDOTE CATOLICO


La Habana, 27 de febrero 1950

Mi muy Reverendo Padre,

Hoy no tengo ninguna noticia de usted., pero me quedan aun muchos puntos que contestarle de su última carta, en la cual hace usted una cuestión de conciencia planteando muchas preguntas. Creo haberle aclarado ya bien sobre la mayoría, mas si le hacen falta otras precisiones estoy a su disposición para ayudarle.

Usted dice, por ejemplo : "La Aghartha es una idea latente de la humanidad que no pide más que ser manifestada y realizada. No queda a los hombres más que comprenderla y hacerla efectiva. Pero yo me pregunto todavía si demasiadas almas despiertas, aunque bien despertadas y estructuradas para esta grandiosa epopeya, no esperan todavía la hora de su plena eclosión para revelarse y tomar parte en la tarea que les está reservada. ¿Talvez no son aún lo bastante conscientes de sus capacidades? " Muy bien dicho, pero, ¿Por qué esperar? Si esperásemos todos, ¿Sería posible presentar y realizar la obra de la Aghartha? Después de todo, la Aghartha es, como usted dice bastante bien, una concepción grandiosa del espíritu; mas es también una realización efectiva, una concreción del Verbo Espiritual Eterno en las dimensiones del potencial vital humano cuyas capacidades nos pertenecen en propiedad a todos. Corresponde a nosotros hacer la demostración de la Verdad cuando de ello somos capaces, y cuando el fruto está maduro, no espera para realizar su misión bio-vital.

El grave error de los hombres es pretender que las cosas se realicen por sí mismas y que es preciso ante todo que otros vengan a sacrificarse o dar la señal de la acción regeneradora o incluso simplemente creadora.

Usted dice también: "La primera prueba del genio, es su capacidad de trabajo, de creación, de ímpetu realizador, y usted tiene estas cualidades en grado supremo; Usted es un verdadero titán en sus proyecciones". - Gracias por el pensamiento; pero me pregunto si usted no exagera un poco mis capacidades. Por desgracia hay tanto que hacer en este mundo que encuentro que nunca hay motivo para estar satisfecho de los sacrificios que yo hago.

Mi vida es mi propia justificación. Mis realizaciones constituyen, pues, mi propia razón de ser, y no pido más que una cosa al Eterno : que me conceda la fuerza, la duración y el coraje para emprender y acabar lo que considero que es mi tarea. Pero le aseguro que no comprendo muy bien porque se quiere ver en mi un Avatar o un genio, como tampoco un simple ‘charlatán’ o un ‘horroroso mago negro’, como pretenden los que me juzgan al revés, pues en realidad no estoy siquiera satisfecho de mí mismo.

Usted dice también : "Su criterio, por duro que sea a veces, es una intimación a las mejores almas de aquí, pues Dios no podría tampoco estar satisfecho de estas almas innobles que Usted trata de "parasitarias y podridas". "Como no sentirse azotado por sus invectivas y sus definiciones que nadie podría poner en duda en cuanto a la justa apreciación ?"  - Por cierto, yo soy a veces duro y es la razón por la cual las almas indignas se erigen en toda la amplitud de su orgullo y con toda la crudeza de sus pasiones malsanas y de sus prejuicios injustos para atacarme cuando las toco. Demuestran así que tengo perfectamente razón al denunciarlas. Justifican, en fin, por entero mi criterio.

¿Como quiere usted que no sea yo sincero cuando veo unos ESPIRITUALISTAS arrogantes, unos COMUNISTAS despiadados, unos CATOLICOS hipócritas e innobles, unos ATEOS sin dignidad o unos TEOSOFOS viciosos e insensatos! En fin, gentes llenas de vicios y de malsana arrogancia hablar en nombre de Dios, de la Verdad o de los ideales más sagrados? ¿Cómo justificar esto por aquello y viceversa? ¿Cómo, en fin, ser en cantidad lo que uno no es en calidad, o en dignidad lo que uno contradice, niega y destruye en esencia? ¿Cómo, en fin, realizar y encarnar unas verdades cuando uno no es más que un simple malabarista de mentiras y de infamias groseras ?

Cuando hablo de las "mentalidades parasitarias", hago alusión a los que merecen el premio Nóbel de la imbecilidad o la condecoración de la legión de los embrutecidos, que hacen de la mentira una profesión y del vicio una glorificación íntima. La verdad es que siempre es peligroso dar la culpa a la vulgaridad entre los vulgares, pues el buen tono quiere que uno guste a la imbecilidad sin herirla. Haría falta en fin, distinguirse entre los profanos sin profanar sus estúpidas profanaciones.

¿Pero está permitido a las almas sinceras dejarse alistar en brigadas por la ignominia? Noblesse oblige, se dice; por lo tanto es preciso tener el valor de elevarse por encima de la tormenta, desafiar el terror, denunciar la infamia. Si unos cretinos se complacen en el vicio o en las alucinaciones espiritistas, si unas almas débiles encuentran su felicidad en el teosofismo, en el sofisma teológico, y si unos "individuos incompletos" no se encuentran a sus anchas únicamente más que en la hipnosis mística o en el sentimentalismo insensato, es cuestión suya, su tragedia, y esto no es una razón para que las almas despiertas y más perfectas se dejen embaucar por el primer venido "vendedor de suerte" o "pilotos celestes" o se dejen aniquilar siquiera por los comunizantes y los dictadores unos tras otros. Cada cual debe erigirse en dueño de su propio destino y cumplir su propio destino según sus propias capacidades, y si le faltan fuerzas, que se las fabrique en lo más recóndito de su ser, que se las forje en su corazón!

Ah!, pero que no confundan mis pensamientos! No condeno a los hombres. Reconocer faltas, denunciar vicios y crímenes, revelar Verdades indiscutibles, no es de ninguna manera un crimen. Es seguramente la más grandiosa de todas las virtudes, pues no se actuaría así si no se tuviese el coraje en las fibras íntimas del alma, y si la fuerza del corazón no lo permitiese; y si se da curso a tales propósitos, es precisamente porque se quiere lo mejor, un destino más glorioso, cualidades más dignas para la gente. No se trata aquí únicamente de oponerse a la realidad, sino más bien de sublimarla.

No me gustan nada las locuras (insanidades) y las barbaridades de que es capaz el hombre civilizado, mas también tengo por él una infinita compasión. Yo lo quisiera mejor!  No lo condeno, lo pinto y lo explico únicamente.

Cuando denuncio las villanías y las monstruosidades de la civilización, es que yo quisiera algo mejor. Es de hecho la razón por la cual me esfuerzo en cooperar a la solución de los problemas del mundo, para aportar verdaderos remedios a los males del hombre. Ciertamente, no acuso los sistemas, los métodos, las doctrinas, sino los hombres que no son dueños ya de sí mismos. No se deben reprender las ciencias, sino las conciencias. Las cosas no tienen valor en sí, y no tienen interés sino en la medida de los Valores puramente humanos.

Por lo demás, me atrevo a afirmar que nadie tiene el derecho de colaborar con el crimen y la infamia, sea por tolerancia, sea por complacencia o por temor a las represalias. Aquí colaborar, es una culpabilidad monstruosa, abominable de todos modos.

Un punto a aclarar aquí. Usted dice: "Roma es el corazón del Cristianismo, el fuego puro del Corazón de Dios sobre la tierra". Desgraciadamente tengo sin embargo que decirle que existen en Roma, como en todas partes, infamias odiosas y execrables. Hay también crímenes a cada momento y unas injusticias monstruosas. Hay igualmente, según las estadísticas oficiales, más de cinco mil lupanares y cien mil hetaíras "libres" que recorren las calles. Hay, en fin, centenares de niños sin hogar, harapientos y millares de familias en la peor miseria. En fin, en Roma se encuentran además más de ochenta mil comunistas y una media docena de diferentes sectas "satánicas".  Justo pegado a las puertas exteriores de esta "Ciudad Eterna" existen diversos campos de concentración para perseguidos políticos, personas desplazadas y prisioneros de "guerra", que yacen en la miseria moral y material y se agotan en el ostracismo legal supercivil izado...  ¿Debemos reconocer todo esto como una parte integrante del "Corazón del Cristianismo, el fuego puro del Corazón de Dios sobre la Tierra", como Usted dice? Oh no, Padre mío, no me pida que crea en esto!  Hace tan sólo unos años, el Santo Padre bendecía así mismo a las tropas del Duce que partían a la conquista de Abisinia, esta monstruosa masacre de gentes. En fin el mismo Santo Padre decía que "El General Franco es la joya más bella de la corona de la Iglesia", mientras que hoy le da casi la espalda.  A quien creer, de hecho.

Usted dice finalmente: "el Cristianismo ha aportado a la humanidad el sentido de la nobleza, la dignidad del hombre, la verdadera democracia". Si me permite Usted algunas reflexiones, me apresurará a decirle que esto es apenas exacto, pues desde los tiempos más antiguos, el hombre ha tenido concepciones maravillosas y ha dado prueba de sentimientos incomparables. Evitaré hacer comparaciones, pues esto siempre es poco elegante; pero admitamos que la nobleza "fuera del Cristianismo", antes y después del avenimiento de este, tuvo sus horas de gloria de las cuales gustaríamos mucho disfrutar en el tiempo actual. En el curso de la edad pastoral, en el tiempo de los Profetas Hebreos, en el Egipto faraónico, en las Américas autóctonas, en medio de los continentes desaparecidos, en fin, existían unas civilizaciones y unas culturas maravillosas, incomparablemente superiores a este modo de vida actual que tanto se alaba. La moral de los antiguos e incluso de los que hoy llaman con desprecio "primitivos" ¿Ha sido mejorada acaso por el hombre civilizado de hoy día?

En resumidas cuentas, ¿Es el hombre moderno más pacífico, más honrado y más feliz que sus antepasados de las tribus palustres y de las florestas prehistóricas? A decir verdad, en nuestros días, hay varias marcas de fábrica tituladas "democracia", ¿Pero cuál recomienda Usted? Cuál es verdaderamente más recomendable? ¿Y por que? - He aquí unas preguntas a las cuales haría falta contestar con precisión para mejor enterarse sobre la suerte de los diferentes sectores de la humanidad presente. Seguramente Usted, Padre, alabará la "democracia cristiana" pues es la única que Usted conoce. Pero los que la "sufren" en lugar de administrarla no serán tan optimistas con ella ni entusiastas. Todo depende del punto de observación de cada cual. Pero la democracia verdadera, tipo Abraham Lincoln o helénica, no existe en nuestros días a no ser bajo forma de utopía o de mito.

Tengo un respeto infinito por la vida limpia y concienzuda que he podido constatar en las pequeñas ciudades americanas, donde se vive al ritmo de un pensamiento sano y sin fanatismo, al compás de una concepción sagrada de la libertad individual, la cual es a la vez respetable y respetada en grado sumo. Pero cuando tuve que vivir en el vientre de estas ciudades monstruos de una civilización súper organizada, de ahí salí asqueado! No conozco bastante Europa para darle mi criterio preciso a este respecto, pero apuesto a que es poco más o menos la misma cosa, si no peor. Hay democracia y democracia. Los Rusos también se dicen demócratas. Los nazis pretendían en su tiempo ser los arquetipos de la democracia. En fin, cada país de Europa posee, incluso en el momento actual, un sello sui generis de democracia que le es particular y exclusivo. ¡Se puede escoger, cuando escoger se impone!, pero cuantas almas sensitivas europeas reclaman hoy día un rincón "dans la brousse" (en la jungla), lejos de la barahúnda del mundo, espantadas por los progresos del momento! Cuantos darían gustosos la mitad de su vida para vivir la suerte de los que se cree despreciar tratándoles de "salvajes"!

¿Lee Usted el COLLIERS’ WEEKLY? Pues léase estos días un relato de la serie titulada HUIDA HACIA SHANGRILA por Thomas Lowell. Se trata de una visita al Tíbet. Le recomiendo esta lectura, pues le hará reflexionar y verá Usted que no exagero de ninguna manera en mis precisiones aquí. Tenga en cuenta también que no soy tibetano, de manera que no hay el menor riesgo de que le hable con parcialidad. Conocí el Tíbet durante mi niñez, mas he perdido todo contacto con él. No impide que este país, maldito por todos los demás a causa de su religión incomprendida y las estúpidas "revelaciones" interesadas de exploradores sin dignidad ni conciencia, sea un refugio ideal fuera de la civilización; incluso para Cristianos!  Les dejo la palabra.

Para mí, la nobleza no es un título que se compra, o que se obtiene por favor. Es preciso ser noble para tener derecho a ello! No se nace siempre noble, mas se puede llegar a serlo por medio del esfuerzo individual. La Aghartha misma es un ejemplo excepcional de ello. Para mí, la verdadera nobleza ennoblece sin cesar doquiera donde se expresa e irradia. Esta nobleza, en fin, guía, sirve, inspira y protege sin cesar en todas sus manifestaciones exteriores. No se trasmite por herencia, y no se la puede poseer sin merecerla o expresarla sin honrarla.

La verdadera nobleza es, pues, un heroísmo trascendental, una epopeya del alma dedicada y libre, fuerte y realizadora. Es la dignidad espiritual indiscutible, un derecho de sentimientos de corazones puros, un prestigio de la conciencia, en fin, una necesidad de expresión de los Valores del Espíritu.

Es inútil precisar, sobre todo, que las almas parasitarias son incapaces de tal nobleza, y si Usted entendió mi obra en español titulada ROSA MYSTICA, convendrá conmigo en que si se persiste en ciertos medios en ignorar mi pensamiento o en lanzarme invectivas y envilecerme, no es más que por interés egoísta - por lo demás, es la única razón que pueden justificar las almas envenenadas por el odio e impotentes ante sus propias indignidades. Pero el hecho de esta ignorancia es ya una culpabilidad cierta pues no se puede rechazar impunemente la realidad.

Usted me recuerda que quisiera Usted mis precisiones sobre las cualidades distintivas de los Agharteos o Aghartianos, y también qué relaciones hay entre la Agharta, la Unión de Servicio Universal, la BODHA, la Nueva Economía y la Masonería Reformada. Pues bien, trataré de hacerlo ahora, aunque no dispongo de mucho tiempo ni de espacio para hacerlo.

La obra es una, integral, consistente y complementaria en sí misma, aunque los aspectos sean diferentes en formas de expresión o en campos de realizaciones. La Agharta es un programa y una realización de la conciencia cósmica, creadora y Espiritual, la nobleza del Espíritu y la aristocracia de la inteligencia al servicio de la vida ideal a escala universal.

La Unión de Servicio Universal es el plan de vida de una sociedad de individuos cultivados, conscientes, libres y dignos, económicamente asegurados, culturalmente rehabilitados y espiritualmente iluminados.

La BODHA es la Escuela Esotérica de Alta Sabiduría y el Hogar de Conciencia Espiritual (Bodha) dirigido por los Sabios en el decurso de los tiempos actuales. Es la Iniciación perfectiva, la cura íntima del individuo con el objetivo de lograr el pleno despertar del potencial vital y la de la expansión de la conciencia en el más elevado sentido Espiritual. Es, en otras palabras, la reconquista de los horizontes perdidos de la vida por el Espíritu rehabilitado, redignificado.

La Nueva Economía consiste en constituir un CONMONWEALTH  MUNDIAL PERMANENTE DE HOMBRES LIBRES Y PACIFICOS, en el cual cada individuo adquiere la plenitud de sus derechos naturales y vive de acuerdo con los Principios Universales.

La REFORMA MASONICA, o Masonería Reformada y Restituida es la nueva "estructuración" iniciática de una Fraternidad humana de carácter cívico y religioso, por encima de todos los partidos y todas las iglesias, según el Verbo Espiritual Esotérico. Es la vuelta de la Masonería a su propia justificación primordial, auténtica y trascendental.

Así, en pensamiento y en acción nosotros aportamos al mundo una nueva visión de la vida, una Nueva Civilización. Ahora, veamos cual es en esencia la potencia, que es también la justificación y el crédito moral-espiritual que nos inspira, nos anima y nos guía. Se puede dar en fórmulas simples este conjunto de condiciones que caracterizan a los Agharteos de este modo:

Ausencia de egoísmo, de pasiones y de prejuicios, dominio de las fuerzas íntimas (control de los Vacitas y Balas de la Ciencia Espiritual), no tener ningún apego ni temor por lo que concierne a la vida y la muerte, pleno despertar e irradiación infinita de la conciencia, identificación con el Alma, la Conciencia Cósmica, vibrar en armonía con los Principios del Alma Universal, producirse una condensación (gotra) creciente del potencial vital, no vivir más que para la Verdad, no tener miedo ni a los tiranos, ni a los inquisidores ni a los locos, ni a los enfermos; estar al servicio de la conciencia humana superior (Bodha); no matar a sabiendas ninguna forma de vida; no cometer actos nunca contra natura o excesos; no faltar jamás a la sinceridad, humildad, amistad, asistencia, compasión y protección para con los demás; no faltar nunca al respeto a Dios, las Iglesias, los cultos, las tradiciones, las leyendas, los individuos y la vida en general; ausencia de todo vicio (drogas, alcohol, tabaco, café, té, perfumes, incienso, condimentos, lascivia, mentira, orgullo y metafísica); ser incapaz de malevolencia, fullería, egoísmo, odio y desenfreno libertino; alcanzar las funciones superiores (Dharma) de las Purificaciones (Vacitas y Balas), de los Ejercicios biosicodinámicos (Yoga Trascendental) y de las Promesas perfectivas (Afirmaciones regeneradoras) y realización del Ideal del Cristo, del Gurú y del Budha.

Las prácticas metódicas implica en fin: 1. - La Comunión Espiritual o Mandala, 2.- La higiene mental, pensamientos puros, rectos, nobles. 3.- La rehabilitación física y mental, hereditaria y kármica, y 4.- Los esfuerzos regeneradores o Mantrams. De hecho, esto es la conquista y la toma de conocimiento de sí mismo y su propia reintegración en el sentido supremo de la vida.

He aquí, Querido Padre, el porque estamos en las cercanías mismas de una Nueva Era, y es gracias a estas condiciones admirables que estamos en condiciones de asumir la responsabilidad del pleno arranque del alma humana en un nuevo ciclo de realizaciones vitales

Los que piensan y sienten como nosotros, los que se descubren y se reencuentran y sienten en sí mismos el arranque sagrado de los sentimientos nobles, queriendo irradiar muy por encima de las barreras artificiales de las pasiones y prejuicios de aquí abajo son, sin darse cuenta de ello, Agharteos y a ellos corresponde lanzarse, hacia las alturas de la vida sabia, sublime, divina.

Usted me dice también, mi querido Padre, "a veces reduce Usted ciertas cosas a la nada, a veces las glorifica en su propia esencia. Pero Cree Usted sinceramente que la Iglesia de Roma cumple su Misión Divina?"- Yo creo en la magnífica e inimitable estructura Espiritual del Cristo, y yo sé que su Iglesia puede cumplir su misión sagrada con gloria. Es el deber de todas las almas bien nacidas ayudarla a realizar este sublime magisterio.

Yo creo que ahora sabe Usted lo que es la Agharta, y tal vez se sienta Usted completamente identificado con nosotros. La Agharta no es una fórmula, un dogma, una doctrina, una tradición; es una condición íntima, un magisterio trascendental, una realización vital, una potencia Espiritual.

Reciba, Querido Padre, mi Bendición integral de Paz, Salud y Protección.


MAHA CHOHAN - K.H.

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UNION DE SERVICE UNIVERSEL

París - FRANCE