Capítulo tomado del libro: “La Esencia de la Ciencia Espiritual”. Anatomía y etiología de la condiciones del mundo moderno. 1946. Original en inglés.
Autor: Kut Humi Lal Singh – Kwang Hsih
Traducido por Revista ARIEL
¿Necesitamos subrayar la importancia del DHAMMA? Basta estudiar los acontecimientos mundiales y su relación con la mente del individuo para establecer que ni los Credos ni los Rituales Religiosos, no importa la buena fe con que se adhiera a ellos, pueden ser efectivos a menos que modifiquemos la naturaleza humana, y tal tarea no ha sido abordada aún por ningún sistema religioso, escuela filosófica o fraternidad. El énfasis se ha puesto, generalmente, en forma exclusiva, en dogmas de ortodoxia y motivos sectarios. Ha sido el privilegio del Reino Espiritual (Budismo) enfrentarse a los hechos, y buscar la solución de todos los problemas hurgando dentro de la mente humana y consiguiendo una ciencia de reajuste mental y regeneración. Esto es en último análisis lo que es el Dhamma, una Ciencia del Alma.
El Dhamma no es un sistema de sentimentalismo ni de fe ciega. El Dhamma invita, más bien, a razonar en forma lógica y al debido autocontrol. No proclama historias tradicionales, ni se basa en dogmas y su autoridad no necesita ser ministeriada por ningún sacerdote. Esto es lo que nos constituye en la única instancia de una Filosofía Religiosa que no tiene doctrinas ortodoxas o la necesidad de ninguna organización sectaria.
El Dhamma es más que un simple código de preceptos, o un relato de engañosas leyendas. Apunta hacia el mecanismo de la Mente. Por ello se trata de una Mentelogia Trascendental, y cuando despierta y desarrolla la Conciencia, hace innecesario cualquier panteón religioso y Teología. Su aplicación es un proceso de iluminación del alma. Veamos por qué y cómo en el siguiente análisis:
Ley de la Vida, Originación Dependiente
Paticca – Samuppada
- Proceso de Causalidad -
La ignorancia es la causa del Karma, en razón de los errores y malas inclinaciones;
Karma causa la conciencia mental, o las ideas, imaginación y conceptos de carácter ilusorio;
La conciencia define el carácter dual de las sensaciones e impresiones, como el nombre y forma de la materia o cuerpo;
Las características del cuerpo dan origen a la existencia de seis órganos de los sentidos;
Los seis órganos de los sentidos dependen del contacto con el resto del mundo;
Los contactos producen sensaciones;
Las sensaciones hacen brotar los deseos;
Los deseos son provocados por los apegos;
Los apegos son un ansia de vivir o un anhelo de engancharse a las ilusiones de la existencia;
La existencia es el producto del nacimiento a través del ansia misma del individuo, o designios egoístas;
El nacimiento depende del envejecimiento y encadenamientos a las condiciones terrenales y otras ilusiones (maya), las que por fuerza de la ignorancia, fomentan la tristeza, aflicción, desesperación, decaimiento, lamentaciones, y la muerte.
La muerte marca el final y el comienzo de los ciclos de experiencia de la vida, siempre ilusorios y fútiles cuando no han sido asistidos conscientemente, ni comprendidos o debidamente apreciados, para ser reactivado una y otra vez hasta tanto dejemos de fallar en adquirir el conocimiento de la verdadera causa de la vida y acerca del mecanismo y mejoramiento de nuestro ser, a fin de evitar las trampas o esperanzas ilusorias y las cadenas de cómodas ilusiones y las trabas que son tan agradables, pero al mismo tiempo tan problemáticas y nefastas para nosotros.
Los Samyojanas o Ataduras de la naturaleza humana:
1.- La ilusión de que la naturaleza humana constituye la totalidad del ser y que es inmortal.
2.- El fracaso en comprender que la Moralidad es una necesidad Universal.
3.- La creencia de que los ritos y las fantasías místicas, o los símbolos metafísicos son todos eficaces.
4.- Los deseos sensuales o la codicia y la lujuria.
5.- El odio, o lo detestable.
6.- Los deseos de prolongar las ilusiones terrenales, el hedonismo, las caricias, la sensualidad, el uso de drogas heroicas.
7.- El deseo de vivir nuevamente en este mundo en el futuro.
8.- El orgullo, la arrogancia, la autosuficiencia, las argumentaciones.
9.- La auto-justificación, el desasosiego, el autoritarismo, el totalitarismo.
10.- La ignorancia, o fracaso en concebir la Verdad o vivir por encima de los impedimentos mundanos y esclavizados por las ilusiones.
La Rueda de la Ley y los Samyojanas pueden ser referidos aquí como los Principios del DHAMMA, mientras que Dhammapadha o "Sendero de la Ley y la Virtud" nos da las llaves de la verdadera magia. Recomendamos un concienzudo estudio de estos en todos los hogares y Viharas. Los estudiantes más adelantados ganarán enormemente acercándose a los Tripitakas y, más tarde a los Sutras, especialmente al Avatamsaka y los Proverbios de Ch’an, porque solamente a través de ellos les será posible el desarrollo de sus capacidades interiores y los poderes de Curación.
Todo el Dhamma se basa en el conocimiento de las condiciones y funciones de la mente. A través del Dhyana, o apreciación introspectiva, alcanzamos el dominio interior del ser, y más aún, donde el ser es No ser, o mejor dicho, donde todas las ilusiones del ser o Anatta (Maya) son superadas, trascendidas, permitiéndonos por medio de un total esfuerzo penetrar en lo más intrincado de la existencialidad y en el proceso creativo vital, hasta que finalmente alcancemos el mecanismo básico de la vida en la más Grande Esencia, donde la individualización encuentra su fuente.
Esto nos interioriza en el secreto de la vida, principalmente en los TATTWAS[1] o Principios Vitales, que son la causa principal, o "Causa de Causas" de todas las condiciones existentes. Naturalmente, nuestra Conciencia Mayor, Bodha (no Vijñana o cognoscitiva mental, o conocimiento) tiene que ver con los Tattwas, y es por medio de este mecanismo interior de la Conciencia Espiritual que desarrollamos los Iddhis, o poderes creadores. Esto es lo que el Dhamma pretende facilitar en todos los individuos sinceros, siendo en su aspecto esotérico, la Ciencia Espiritual que habilita a las personas a evolucionar y trascender el reino de los planos inferiores y alcanzar la Total Iluminación.
El Dhamma adiestra la Mente en forma adecuada, como ninguna otra filosofía o sistema religioso pudiera hacerlo, de manera que los Chakras en nosotros puedan ser debidamente avivados para su certero funcionamiento. Sabemos naturalmente que los Chacras u órganos endocrinos son las "Ruedas de Fuerzas" o piñones y ruedas volantes del mecanismo vital en nosotros, y que la Mente es la proveedora de esta maquinaria magnífica. Hemos preparado varios diagramas descriptivos de esta YOGA trascendental, que recomendamos sobremanera, puesto que fueron hechos con el exclusivo propósito de que los problemas de la vida sean más comprendidos y solucionados.
La vida es una terrible secuencia de enigmas cuando estos fundamentos no se conocen, y todos los estudiantes serios deben darse cuenta que el Reino Espiritual se funda en la Ciencia trascendental que transforma al ser, hace posible su sublimación, o Divinización, y fomenta sus mejores propósitos hacia la felicidad.
La SANGHA no puede apoyarse meramente en el número de sus adherentes. Es fortalecida, inspirada y guiada por sus más devotos Mayores, los Bhikkus y Bikkhunis, así como por los más avanzados Seguidores de la Senda Dorada de la Luz Eterna Universal.
Los Budas, los Iluminados, que son expresiones vivientes de la Eterna Esencia Espiritual, deben hacer cabal uso de su conciencia, o expresión de Budhi. Pero este despertar y estimulación de la conciencia, y su orientación hacia los designios creativos de significado Cósmico también se apoyan en el Dhamma. Nadie podrá alcanzar la condición del Buda sin adherirse estrictamente al Dhamma, y tampoco ninguna persona es una genuina seguidora del Noble Sendero a menos que observe debidamente el "Tratamiento de la Doble Auto-Superación", que polariza las energías humanas y divinas de nuestro ser.
El Doble Tratado de la Auto-Superación[2] contiene un doble aspecto, uno puramente humano o de implicación inmediata, y el otro Cósmico o Eterno.
ASPECTO HUMANO
Sed sincero.
Sed generoso.
Cumple tus promesas.
Vive a la altura de tus decisiones.
Olvida todas las ofensas.
Desecha todas las malas impresiones.
Evita los excesos sexuales.
Nunca mates, odies ni hieras.
Busca las mejores experiencias.
Evita las dilaciones y la enfermedad.
Merece todas las Bendiciones.
Medita tres veces al día.
ASPECTO CÓSMICO
Purifica tu Corazón y tu Mente.
Sed digno de confianza.
Practica abluciones diarias.
Respeta a todos los seres vivientes.
Sed fraternal hacia todos.
No consumas carne o alimentos cocinados.
Cría por lo menos a un niño, un caballo y un árbol.
No hagas sufrir a otros.
Busca tu propio mejoramiento y superación.
Permite que hable el corazón.
Comulga con los seres superiores.
Purifica y bendice cada vez que puedas.
Análisis: El aspecto Humano requiere una completa higienización tanto como un constante reajuste de la Mente, que conduce a una salud vibrante y una vida dichosa. Es un programa de vida sana con el propósito de energetizar el ser y hacerlo digno de la Guía y Protección, que es lo que busca el Discípulo de la Vida Gloriosa.
El Aspecto Cósmico procura vincular al hombre a la superestructura de la Vida Universal, y esto comprende a los seres humanos, todas las criaturas vivientes, los Jinas, Bodhisatvas, Hutuktus, de hecho a todas las categorías de conciencia en todos los Planos de la Vida. Este aspecto revela aún más que el anterior la Súper-Conciencia moral, sicológica y Divina o Universal, mejor conocida como Budhahood (Conciencia Espiritual). En este aspecto Cósmico el hombre es Impersonal, sin embargo, no se anula a sí mismo, lo cual prueba que es posible ennoblecer la naturaleza humana, o sublimar el ser, adhiriéndose a las dinámicas Espirituales, lo que constituye una economía adicional en lo material, mental y Espiritual. Es verdaderamente sumamente dudoso que exista un código moral, o un método filosófico como éste que lo abarca e ilumina todo, siendo al mismo tiempo rigurosamente científico en sus designios y ecuménico en su aplicación.
Los seguidores del Doble Tratado de la Auto-Superación tienen ahí todo para su propio beneficio al adherirse a él, y mientras se mantengan seriamente en él se darán cuenta de que está concebido para un elevado propósito. Ciertamente, resume todo el Dhamma y responde en forma adecuada a los requerimientos modernos por la sencillez, y, no obstante, facilita el rápido crecimiento interior, control de la salud, desarrollo de los Chakras, logro de Poderes, aniquilación del Karma y por último la Iluminación. Además, implica una reparación biosociológica, así como Guía y Protección Espiritual, puesto que predispone al individuo para mayores experiencias y para contactos con el Universo y la Conciencia Creadora.
Usamos la palabra "Espiritual" en el mismo sentido que Conciencia Creadora, Esencia Universal, y Realización Cósmica y su implicación es casi idéntica con la palabra "Divino", que nosotros también usamos mucho. A este respecto todo es Divino, y el Espíritu también, y podemos entender ello si captamos lo mismo de una manera correcta. Sin embargo, lo importante aquí es que tenemos que esforzarnos seriamente por nuestra auto-rehabilitación, o superación, considerando que la Fe es ineficaz en las criaturas débiles, turbulentas, enfermas, abyectas y engañadas.
[1] Los Tatwas son nueve, cinco de los cuales sólo pueden ser conocidos a través de las funciones de la mente bien entrenada, y son Akasha, Vayú, Tejas, Apas y Prithivi. Consulte la Carta de RADIOMENTE.
[2] Nota de los Editores en Inglés: De acuerdo con los acontecimientos históricos o según consta en las leyendas, el Doble Tratamiento de la Auto-Superación fue entregado en el Monte Kalahamsa, en los Himalayas, Tíbet, por el Maha Chohan a su discípulo Maha Thera Visukarayananda con el mandato de presentarlo a la Humanidad como una preciosa corona de joyas para marcar la transformación del hombre y su reintegración al Reino Divino.