Editorial

“PAZ, PROFUNDA PAZ”

Tomado de la Revista de la Unión Espiritual Universal N°3, 1947

Sección de Colombia

Inútil es hablar de Paz mientras las fronteras están cerradas para los viajeros y toda clase de restricciones son impuestas a otros países y a sus ciudadanos, como si se tratara de gentes peligrosas, indeseables. La Democracia no será una realidad concreta y efectiva sino cuando todos los ciudadanos de todas las regiones del mundo puedan darse libremente la mano, hacer comercio sin trabas nacionalistas y comulgar espiritualmente con sus mas nobles y francas expresiones de amistad. Mientras el mundo esté lleno de fronteras artificiales el hombre no podrá volver a su normal estado de libertad, a su equilibrio natural, puesto que siempre está sujeto a sumisiones artificiales por encima de sus deseos y de su mejor razonamiento. Todas las nociones de justicia, de orden y de fraternidad son destruidas con las convenciones internacionalistas que son siempre las causantes de todos los desastres y desarmonía en la familia humana. Mientras hayan nacionalismos, es ridículo y superfluo hablar de comprensión y de altruismo humano. ¿Hasta cuándo durarán estos nacionalismos que son repugnantes en el momento actual, igualándonos a las tribus salvajes? Es urgente sustituir estos nacionalismos por un Universalismo honesto, honrado, franco y categórico. El federalismo de intereses garantizaría los derechos de cada nación, pero al menos los hombres debieran titularse, “Ciudadanos Libres del Mundo Unido”.

No poder viajar libremente, esto es una forma de odiosa opresión. No poder pasar los negocios, las mercaderías o hacer comercio libre, he aquí una tiranía odiosa. Las restricciones impuestas al hombre por las diferentes naciones niegan categóricamente todas las virtudes de la Democracia, y esto acusa un estado permanente de guerra de los diferentes Estados contra la humanidad en general, o por lo menos una guerra de una nación a otra, intransigencia, y antihumana. ¿Qué ventaja es titularse ciudadano de tal o cual Nación si se está limitado por toda suerte de restricciones que nos ponen en estado de inferioridad con relación a otras naciones? ¿Por qué estas prioridades, estas preferencias, para grupos determinados, como si ciertas naciones tuvieran una mejor raza o un signo de categoría divina excepcional, que les de garantía de superioridad por causa de su nacimiento?... La más grande conquista social base fundamental de la seguridad económica, muy necesaria y así mismo indispensable en la hora actual, es precisamente la abolición de la discriminación de las razas, la abolición de las restricciones de nación a nación, la abolición de fronteras, antihumanas, y sobre todo anti-espirituales. No habrá facilidad mientras el hombre no pueda entrar y salir a una nación como si estuviese en su propia casa. El hombre estará siempre sujeto y será víctima de un Organismo que se dice civilizador, con obligaciones para el hombre, pero sin derechos para el hombre, siempre esclavizado cargado de tributos, y en fin limitados sus horizontes de acción y de pensar.

Prof. Schernrezig Lind