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¿TRIUNFARAN EN CUBA LOS DERECHOS DEL HOMBRE,
EL RESPETO A LA PERSONALIDAD, LA DIGNIDAD CULTURAL,

LA MORALY LOS
VALORES ESPIRITUALES?


Desde comienzos de Octubre, y ya van cuatro meses y medio, el Ilustre sabio Jefe Espiritual de universal renombre, prestigioso educador, filósofo y hombre de ciencia Pr. OM Lind es retenido en Cuba en compañía de sus sobrinas (hijas adoptivas, nota de la dirección de Ariel) que son también sus secretarias, sin obtener del gobierno revolucionario autorización para salir de dicho país comunista. La injusticia es manifiesta, ya que estos Misioneros Espirituales Universales y Ministros Religiosos no se ocupan en absoluto de política, y su obra es exclusivamente humanitaria, cultural y espiritual por excelencia, al SERVICIO INCONDICIONAL de Dios, la Verdad y la entera Humanidad sin parar mientes en la raza, las creencias, la nacionalidad ni el status social de quienes reciben sus nobles atenciones durante sus momentos de tribulación, hondo dolor y suprema tragedia.

Bien conocida es la posición antirreligiosa del comunismo y su aversión a todo lo que no sea en consonancia con sus intereses de partidismo político, ya sea en materia de cultura, arte o filosofía.  Lo incongruente, profundamente trágico y en extremo enojoso es que se traiga a playas Americanas los odios monstruosos, los rencores brutales y las infamias satánicas de regiones exóticas, pues si constituimos un Nuevo Mundo es bien porque por este lado del Atlántico no tiene lugar el sadismo, la barbarie y las incongruencias ideológicas de lejanas latitudes cuya cultura en nada puede semejarse a la de los pueblos nuevos y libres de por acá.

Si se trata de perseguir a la Religión y al Espiritualismo, así como a todo lo que signifique libertad humana y valores del espíritu, el COMUNISMO no tiene nada que ganar con atropellar y martirizar a Misioneros humanitarios ya que al proceder así se desacredita extremadamente, y sus esfuerzos son en balde pues el verbo espiritual es y será siempre inviolable, invencible e imperecedero. Ya los Hitler, Napoleón, Iván V, Cambises y Darío del pasado lo han aprendido pues finiquitaron en sus propias infamias, sin resultados positivos en cuanto a sus odios hacia la dignidad humana, Dios y la cultura espiritual.

Preferimos creer que se trata, en Cuba comunista, de un grave error, una omisión excusable, y que no se pretende hacer nuevos mártires. Consideramos que sería una verdadera lástima que Cuba rompiese con las tradiciones Americanistas del todo y manchase con sangre sus nuevos empeños de rehabilitación económica y social, pues hay injusticias que son imperdonables y que resultan suicidios.  No es posible destruir el Verbo Espiritual, y pretender tal cosa es simplemente un suicidio moral y una mancha espiritual sempiterna.