Editorial

 

LA UNIÓN HACE LA FUERZA

Reedición. Tomado de Revista Ariel Nº70 y 71. Agosto  y Octubre de 1957

Enseñanzas y Principios que perduran a través del tiempo y del espacio

 

Háse dicho que la unión hace la fuerza, Yo diría, además, que demuestra la calidad moral, el sentido biocósmico, el acumen intelectual, la entereza de conciencia y la dignidad Espiritual de quienes la componen.

No hay nada denigrante en el hecho de UNIRSE en nombre de un ideal de todos los hombres del universo. Tampoco es cínico, siniestro, sospechoso, subversivo o criminal pregonar el IDEAL DE UNA HUMANIDAD ANIMADA POR EL VERBO ESPIRITUAL QUE ES UNIVERSAL Y ETERNO. No olvidemos que querámoslo o no, no existe sino UN solo Dios, que hay solo UNA Verdad, y que la Humanidad es solo UNA también.

Es posible, por tanto, UNIRSE bien sea en un común empeño ético o moralizador, lo mismo que para desarrollar un remedio que haya de salvar a la humanidad enferma de excesivo materialismo, para derribar a un siniestro gigante que presume de Dios, o para salvar una nave que se hunde con toda la humanidad adentro.

Lo que conviene subrayar de una vez por todas aquí, eso sí, es que no somos predicadores de doctrinas elaboradas ni tenernos dogmas que imponer, o cosa alguna para vender. Tampoco aspiramos a ser ni manda más ni ídolos adorados, no nos interesan las glorias y las riquezas. Dicho esto, es obvio que no somos proselitistas, y no tenemos el menor asomo de prurito político o de ansias de dominación sectaria mística o RELIGIOSA. Somos por profesión educadores y no megalómanos con características de mercaderes ávidos, pichones de dictadura o aprendices a brujo. Es más, cuando hablamos de Dios, nos referimos al DIOS único de la eternidad y de todo el universo, no una fabricación doctrinal subrepticia, circunstancial y cómoda, impuesta y parcializada por sectas y grupitos. Cuando hablamos de VERDAD, por otra parte, aludimos a la Verdad única, no a las verdades de aquelarres, cenáculos místicos o de sacerdocios de especiales ortodoxias. En cuanto a la HUMANIDAD a que hacemos referencia, no es la de los políticos de distintos pelajes y tintes que luchan por conquistar el mundo, sino más bien la que pervive por encima de fronteras y dogmas de todas layas, y que no sabe nada de diferenciales raciales o religiosos, e ismos políticos o económicos cuando se trata de enfrentarse a la ignorancia, a la superstición, al crimen y a la barbarie de las guerras. Esta nuestra Humanidad se regocija exuberantemente cuando cae un tirano, y siente dicha infinita cuando surge un valeroso pacificador o un decidido humanista que no habla en nombre de un imperialismo, de una nación, de una Iglesia, de un partido o de un clan determinado.

No es imposible, desde luego, trascender los reductos de cada Iglesia, Fraternidad, Orden o Escuela Mística, Academia Filosófica y Movimiento Espiritualista, y menos irrealizable aún hallar el propósito de LA UNIÓN EN LAS GENUINAS ESENCIAS ESPIRITUALES Y LAS POSITIVAS ACTITUDES MORALES en una Unión Espiritual Universal, una Alianza Religiosa Universal, o un auténtico Santo Dominio Universal. Es obvio, aquí, que aludimos a una liberación trascendental por encima de cercos convencionales, dogmáticos y ortodoxos en aras de una rehabilitación de lo realmente Religioso, Espiritual y Divino. En otras palabras, lo adjetivo, que es secundario, debe cederle el lugar a lo esencial, que es fundamental, universal y eterno. Se puede ser buen Católico, buen Budhista, buen Judío y buen Teósofo reconociendo los valores morales y la dignidad espiritual de otras gentes de distinta fe, raza, o nacionalidad. Es más, mientras el Católico no haya aprendido a respetar el hombre Budhista, Judío, Vedantista, Taoísta, Mahometano o Espiritista y a glorificar a Dios como hacen los hombres de otras creencias religiosas, no será nunca un genuino Católico. Ni cabe concebir que ningún genuino Humanista Yogi o Espiritualista fuese Masón o Agnóstico, pueda ser respetable mientras no haya  aprendido a respetar a las gentes de todas las Iglesias o creencias, y a tratar con generosidad Franciscana y nobleza Pitagórica a todos los cultos y a todas las Deidades.

Creemos fundamentalmente que ninguna Religión, Fraternidad o Filosofía ha logrado demostrar hasta ahora ninguna rehabilitación moral humana, supremacía cultural, ni superlatividad Espiritual. Todas han cumplido su función misionera y cultural en la medida de sus posibilidades y conocimientos, pero ninguna ha sabido impedir las tiranías políticas, ni desvirtuar la criminalidad y los vicios, ni evitar la barbarie de las guerras, ni erradicar el anticristiano, el cruel cinismo de los colonialismos y los servilismos económicos, ni tampoco fomentar de hecho, en vez de palabras solamente, la Hermandad del Hombre bajo la Paternidad de Dios.  Los hechos históricos desmienten los prestigios pregonados y revelan con rasgos indiscutibles que ningún nacionalismo, ninguna religión y ninguna filosofía ha logrado jamás borrar el cruel lenguaje de la violencia, la rapiña y el derecho de la fuerza bruta.  ¡Y hay quienes pretenden que la gente humana es civilizada!

En realidad, el progreso humano no se logra a mandariazo ni con victorias militares o bombas nucleares. Hay grandes naciones con pilas de bombas atómicas que espantan por su anti espiritualidad, su anti religiosidad, su desprecio a lo genitivamente humano y por su estándar de moralidad política.

De hecho, no cabe presumir de superlatividad mística o romántica cuando se pregona una democracia cristiana, una espiritualidad cósmica o un humanismo sin precedente y se actúa con satánica saña, como vulgares gángsteres y a semejanza de simples criminales. En las esferas espiritualistas e idealistas, mal que nos pese decirlo, cunden también graves problemas que dan énfasis a la nefasta actualidad, caracterizándose por sus fanatismos, sus dogmatismos intransigentes, sus totalitarismos absolutos y sus actos de violencia.

Es absolutamente cierto que la dignidad humana está en estos días reducida al mínimo y que la entera especie está sumida en un espantoso caos, al extremo de que la desesperación se ha entronizado en las mejores esferas sociales; muchas son las almas selectas que se preguntan si vale la pena vivir en semejantes condiciones de tirantez americano-comunista, o qué sería mejor entre ser ciudadanos forzados de América o de Rusia, o ser fatalmente victimas del poderío del Dólar o de la Libra Esterlina o del Franco.  Es la debacle de los absolutismos que aumenta el caos social y la cacofonía militarista, al extremo de que ya no se sabe en que propaganda creer, ni quién es más digno de admiración, o a qué santo encomendarse.

Entre tanta confusión mundial sobresale una verdad indiscutible, y es que el mundo está urgido de paz, educación y respeto al individuo. Empero, cuando hablan mortíferamente los fusiles y cuando la diplomacia secreta se reparte el mundo como cosa propia y sin consultar a nadie, resulta harto peregrino hacerse ilusiones. Donde no hay libertades políticas es obvio que no puede haber ninguna paz, y aquello sólo puede prosperar o proliferar en predios presididos por gente realmente educada y al servicio de la cultura o de los supremos intereses de la Humanidad. Es más, cuando prima la diplomacia secreta, o la razón de las victorias armadas, mal puede esperarse que ni la Verdad Espiritual ni las Enseñanzas Divinas han de ser respetadas o tomadas en cuenta siquiera. Para quienes asisten al festín del derecho de la fuerza, sólo la sicología de Gargantúa y Pantagruel puede presidir y vencer, o viceversa.

Desde 1912 venimos hablando de la necesidad de constituir en el mundo una genuina Fraternidad Comunidad Mundial del Hombre Idealista, bajo la paternidad de Dios y a la luz de la Verdad universal eterna. Esto es ya algo distinto de la psicosis imperante y de los proliferantes absolutos imperativos carentes de ética, generosidad y nobleza espiritual. Procuramos, de hecho, funcionalizar de modo práctico las Enseñanzas Divinas y la verdadera Comunión Espiritual entre los hombres de buena voluntad, y de paso nos empeñamos en establecer un modo de vida que sea el anverso de la civilización materialista con sus absolutismos violentos, sus fanatismos irascibles, sus lascivias asqueantes, sus comunismos sanguinarios, sus doctrinas aserviladoras y sus legalismos de conveniencia.

Al hacer nuestro llamamiento a la CONCIENCIA HUMANA, pregonando la necesidad de emprender una CRUZADA DE LAS FUERZAS ESPIRITUALES es un gesto de auto-salvación sin desesperación ni criminales violencias, hemos querido sobre todo despertar y dinamizar a lo sagrado del hombre, a fin de dar sentido realista y práctico a la dignidad humana.  Para nosotros, por tanto, la UNIÓN MORAL Y ESPIRITUAL AUMENTA EL PODERÍO MORAL Y ESPIRITUAL, sobre todo si pensamos que en este caso los que se unifican son los elementos más dignos, respetables y gloriosos del género humano.

Nuestro llamamiento ha sido dirigido particularmente a los idealistas, espiritualistas, místicos, filósofos, educadores y hombres religiosos de todas las creencias, razas y nacionalidades, salvando todos los valladares de los prejuicios comunes. Lo repetimos sin temor a ser calificados de necios, eso sí, es a las almas selectas de todos los sectores de la entera humanidad que hablamos, a sabiendas, también, de que ni nos oirán ni tampoco nos entenderían los incapaces de dignidad, los de corazones minúsculos y de almas insuficientes y desarticuladas, los criminales, los atrincherados en ciudadelas de odio y prejuicios ancestrales, los gángster, los comunistas así como los fanáticos de los vacíos espirituales y de las supersticiones charlatanescas o mercantiles

De esta CRUZADA MUNDIAL DE LAS FUERZAS ESPIRITUALES se destaca el hecho trascendental en sí de la evidencia fehaciente que el Verbo Espiritual está activo, y da lugar a grandiosas consecuencias cuyas esplendorosas proporciones pueden ser deducidas y constatadas por quien quiera disfrutarlas con entera libertad de conciencia. En efecto, la augusta Presencia del Verbo Espiritual, llámesele Espíritu Santo, Anima Mundi, Budhi o Brahma, Esencia Universal, Principio Vital o como se prefiera, cobra prestancia en las almas de selección en razón directa de la magnitud de sus propios méritos Espirituales y Divinales atinencias y expansividades afectivas.

Es más, el propio hecho práctico promovido por la COMUNIÓN ESPIRITUAL, se disgrega y magnifica a tono con la multiformidad de los elementos individuales de distintas fes y diferentes cultos que coinciden de tal modo en la realización íntima por fuerza e imperativo de la categoría creadora del Espíritu libre y generoso, lo mismo que por el carácter cósmico de los despliegues afectivos de corazones universalizados y sin prejuicios, rencores, malicias ni vesanias de ignorancia triunfante.

Conviene subrayar también la significación extraordinaria de la COMUNIÓN ESPIRITUAL por lo que representa en sentimiento de seguridad y de capacidad, así como de certidumbres en el disfrute de un verdadero AMOR, y de MUTUO  RESPETO Y PROTECCIÓN que se experimenta en esta magnifica conjunción de ideales humanistas y aspiraciones religiosas. Es más, la convergencia de intereses íntimos y de fuerzas mentales no dejan de producir una combinación de elementos que da fe de una verídica UNIDAD UNIVERSAL, sin la cual toda presunción de universalismo o de genuina Espiritualidad es pura fantasía.

El círculo mágico del egrégora Mental saturado de potencialidades Espirituales aumenta aun más el poderío de la COMUNIÓN ESPIRITUAL, ya que es una genuina  Comunidad de Devas o Ángeles y el broquel más efectivo contra las influencias nefastas de las fuerzas negras, anti humanas y anti espirituales. Esto puede parecer superfluo y deleznable, pero no lo es ya que existen muchas organizaciones supuestamente religiosas y espiritualistas que son en realidad solo órganos secretos de magia negra o sociedades con fines aviesos que utilizan negativa y criminalmente las fuerzas mentales y Espirituales con el fin de lograr plena satisfacción a sus aspiraciones de lucro y dominación demoníaca.

Lo anteriormente expresado viene a justificar de manera amplia el hecho de que el SANTO DOMINIO UNIVERSAL haya creado una Universidad de la Religión y de Ciencias Espirituales, con el fin de ofrecer una educación amplia y gratuita a todas las personas que la solicite en materia de Simbología Arcana, Magia, Curaciones Espirituales, Parasicología, uso de las Fuerzas Mentales, Telepatía o Radiomind, Fundamentos Religiosos, Alquimia Espiritual, Comparación de Religiones, Yoga, Cosmocracia, Radiestesia, Teúrgia y la Filosofía Trascendental. Tan señalado servicio está fundamentado en la utilización más efectiva de las enseñanzas de las organizaciones adherentes, estableciéndose así una mayor compenetración así como un mayor grado de cultura entre las organizaciones participantes. De hecho, esto pone en evidencia también las bondades de la efectiva liberación y amplificación de la conciencia humana en general, así como una liberación Espiritual en grado superlativo, hecho que solo es dable advertir en el Sagrado Dominio Universal.

Tan acendrado y amplio sistema educacional ofrece asimismo a todo el mundo una garantía contra los mercantilismos charlatanes, los yoguismos improvisados, los espiritualismos arcanos, las magias absolutas, las astrologías engañosas, las ciencias metafísicas infusas y las imposturas místicas que, malhadadamente, aumentan hoy en día con una facilidad pasmosa. Era tiempo ya que una Institución respetable, de carácter universal, viniese a poner orden en tanta confusión y tanta explotación de la demasiado crédula ignorancia humana por el vicio glorificado y el fanatismo divinizado.

Conviene proteger a los estudiantes serios y sinceros contra los inevitables tropiezos de la candorosidad y contra la rapiña criminosa e intransigente.

La MOVILIZACIÓN de idealistas y espiritualistas que promovemos, como es fácil suponer, no tiene carácter sectario ni proselítico, y se estructura mediante la conjunción de almas educadas y corazones puros, que de otro modo actúan en todos los medios religiosos, fraternales, místicos y espiritualistas mas selectos. Mejor dicho, ni procuramos convencer a nadie ni pretendemos crear ninguna nueva secta o religión, lo que si ansiamos y lo decimos a plenitud de conciencia es la COMUNIÓN ESPIRITUAL de todas las almas nobles, no importa de cual credo político o denominación religiosa sea, o cuales sean su raza y su nacionalidad, ya que el Espíritu no tiene fronteras y la Verdad no es propiedad exclusiva de ningún grupo, clan o dictador místico. Todo esto, sea dicho con todo respeto y sin la menos animadversión para con nadie.

Conocemos una excelente manera para poner a prueba los quilates de los pregoneros de ideales de fraternidad, caridad y paz, o el calibre de las almas que se dicen religiosas, místicas, filosóficas o espirituales, y lo hemos ensayado más de una vez para conocer el grado de sinceridad de los exaltados salvadores, profetas y mesías de última hora. Cuando se encuentra algún apóstol de la paz, la fraternidad humana, la caridad y la vida espiritual, invítesele a asistir a un Congreso Público para cooperar al triunfo de sus más vanagloriados ideales. Los egocéntricos y megalómanos nunca aceptan ese género de comparecencia abierta o de acción libre, como si temieran ser denunciados por sus propias limitaciones y lacras, así que rehúsan, o se escurren con más o menos elegancia según las circunstancias. No les agrada sufrir la comparación o el riesgo de verse demostrado en condiciones inferiores, ya que eso no conviene a su egocentrismo. Las almas nobles y sinceras, empero, no temen los esfuerzos de conjunto, la cooperación sana y el intercambio franco de ideas, así que se regocijan de poder demostrar sus capacidades efectivas o de tener la oportunidad de hacer con otros lo que nunca podrían hacer por si solos. Cuando alguien rehúsa SERVIR, COOPERAR O PRODUCIR con sentido impersonal, es que no es sincero, sino simplemente individuos enfermizos, místicos estériles, un charlatán grosero, cuando no un vulgar impostor que no merece ser tomado en serio.

Sabemos que abundan las almas dignas y los corazones puros, y a ello nos atenemos para creer en el triunfo del Sagrado Dominio Universal así como para mirar con entusiasmo las posibilidades de las inminentes Grandes Asambleas del PARLAMENTO MUNDIAL PERMANENTE DE RELIGIONES, FRATERNIDADES Y FILOSOFÍAS, en los suelos libres de la América Latina.

Obviamente, como es de suponer, por lo anteriormente dicho, el Sagrado Dominio Universal dista de ser un movimiento de masas, pues su popularidad puede tener únicamente dimensiones y caracteres positivamente Espirituales. Es más, como quiera que el SAGRADO DOMINIO UNIVERSAL se mantiene al margen de todo interés, formulación, preocupación o proyección política o de hegemonía RELIGIOSA, y también porque se trata de una intensa dinámica Espiritual que se manifiesta simultáneamente en todo el mundo con sus características bien definidas de EDUCACIÓN, BUENA VOLUNTAD, COOPERACIÓN DESINTERESADA y COMUNIÓN ESPIRITUAL, es obvio que no podría ser una preocupación para almas no selectas, seria demasiado rico alimento para las almas todavía apegadas al suelo. El Cristo tenia otra manera de decir lo mismo, o sea: "No deis perlas a los cerdos".  Nosotros queremos ser más delicados en nuestras expresiones.

Desde luego, permítasenos subrayar aquí otro importante hecho. Desde que hemos comenzado a hablar en 1912 de COMUNIÓN ESPIRITUAL, CRUZADA DE AMOR y CONFEDERACIÓN DE RELIGIONES, han surgido como por ensalmo en distintas partes del mundo cantidades de grupitos supuestamente universalistas y unificadores y así como una infinidad de raquíticos salvadores con pujos mesiánicos y decenas de Grandes Fraternidades Acuarias, Alianzas Universales, Congresos Religiosos, Santuarios Espiritualistas o Catedrales Espirituales que en su totalidad no cuentan siquiera un millar de individuos. En todas partes se evidencia, desde luego, una especie de pujanza espiritualista extraordinaria, la cual llamaría a engaño si no supiéramos  que en realidad se trata ahí tan sólo de simples artificios ilusorios e imitaciones o gestos de dudoso heroísmo, ya que distan de caracterizarse por indiscutibles cualidades señeras o por una encomiable contextura moral y una respetable estatura Espiritual. Estos grupos no parecen creer desde luego en las virtudes de lo que más pregonan, ya que hablan de SABIDURÍA, AMOR, SERVICIO, CONCORDIA, PAZ, FRATERNIDAD u otros principios sacrosantos, pero sin nunca parar mientes en que la significación de un ideal se actualiza única y exclusivamente por medio de su sustanciación indiscutible ejemplar. Son los primeros a negarse a practicar lo que recomiendan.  Ciertamente, es fácil, desde luego, fabricar imaginariamente una Fraternidad Mundial, una Religión Universal, o una Confederación Espiritual Mundial, pero muy otra el reunir gentes de distintos cultos y divergentes credos, o hacer el milagro de levantar genuinos Templos Universales para todas las creencias y crear Misiones de Dios en vez de determinados sistemas sectarios.

No tenemos inconveniente en que se nos imite, sépase así. Lo que si da grima es ver nobles ideales y sagrados principios caer en manos de charlatanes e impostores o de simples mercachifles, que si fueran verdaderamente sinceros se UNIRÍAN a nosotros en la gran Movilización Cruzada Espiritual Mundial y harían efectivos sus aportes de autentica fuerza moral y dignidad Espiritual. Ni nos interesa que se una a nosotros todos los megalómanos y arrivistas del orgullo, pues no somos pesebre de vanidades ni nos conviene autentificar y legalizar impostores de ninguna especie. Empero, en vez de imitarnos, los exclusivistas debieran procurar tomar nuestro puesto en las filas activas de la Cruzada Espiritual.

Si hemos de tener sustitutos, que no sean simples imitadores, sino genuinos profesores de ideales y nobles combatientes que saben ganar sus galones en buenas lides, no compitiendo deshonrosamente con nosotros sino combatiendo dignamente a nuestro lado contra las fuerzas maléficas del mundo.

F. y G.

Hemos dicho ya que "EL HOMBRE ES TAN GRANDE, Y PODEROSO COMO LOS MISTERIOS QUE CATEA, AMA, SIRVE, Y GLORIFICA". En efecto, por ahí se ha de notar cuál es el calibre moral y la significación espiritual de hombres y organizaciones por igual. En la actual época algunos grandes grupos bien organizados presumen de todo poderosos y se afanan por lograr la conquista del mundo a fin de imponer sus reglas según sus intereses. No siendo ni partidos políticos ni sectarios religiosos, nosotros no tenemos preferencia por ninguno de los bandos contendientes; lo que si nos interesa es no estar atenidos a existir como en junglas salvajes, no queremos tener que vivir de consignas impuestas ni respirar el chasquido de latigazos aserviladores, o estar obligados a servir amos uno tras otro. Porque somos conscientes de nuestras intimas potencialidades, y haber conocido también las enseñanzas sublimes del Cristo, los nobles ejemplos del Budha, las realizaciones de Lao Tseu, las purezas de los Esenios, las rehabilitadoras revelaciones de geniales menores Espirituales de pasadas edades, y también porque sabemos estar a tono con los descubrimientos científicos de nuestra época, queremos vivir con dignidad, con un corazón puro, una conciencia libre, una mente sana, y el Espíritu bien elevado por encima de las violencias, hipocresías, flaquezas e ilusiones del imperante materialismo. Para nosotros, Espiritualidad es sinónimo de dignidad íntima, comportamiento apacible y generoso, respeto a toda forma de vida, admiración de lo bello y de la rectitud moral, devota dedicación a Dios, y en fin vivir en armonía con las Leyes Naturales.

En el orden de las actividades culturales, fraternales y espirituales en general el SAGRADO DOMINIO UNIVERSAL es ya más que sobradamente conocido.  Posee un record único, por cuanto opera abiertamente, sin tapujos ni secretos de aquelarres, y cuando encuentra que es deber suyo defender la dignidad del hombre, condenar injusticias, denunciar crímenes e imposturas, o liderar acciones o cruzadas morales de carácter mundial no es nunca remiso. Se le encuentra, en efecto, a la cabeza de todas las empresas humanistas, de todos los ideales religiosos y de todos los empeños espirituales ennoblecedores. 

De ahí que, en efecto, sea tan obvia la característica inequívoca y prestanza indiscutible del SAGRADO DOMINIO UNIVERSAL en lo que significa fuerza moral y Autoridad Espiritual máxima del mundo, en la actualidad es ya bien asentada como asunto histórico, y ha sido evidenciada en la última década por sus múltiples Congresos Mundiales, Embajadas Espirituales y Misiones Religiosas, así como por sus mediaciones oficiosas y desinteresadas en conflictos entre Iglesias, sus empeños de Cooperación Interreligiosa y en fin sus notables Mensajes Anuales a las Naciones Unidas y a la entera humanidad condenando categóricamente la guerra y todo acto de violencia. Todo esto es la culminación de una madurez concluyente en lo que atañe a la voluntad de vivir según la genuina aristocracia de inteligencia y la eximia nobleza del espíritu, todo lo cual se deja traslucir en los Reportes Generales que año tras año venimos presentando desde el año 1912. 

El año pasado demostramos, en efecto, nuestra pujanza excepcional cuando hubimos de protestar enérgicamente ante las Naciones Unidas por los crímenes genocidias de Suez y Hungría pocas horas después de iniciarse, promoviendo así un saludable estado de despertar de la conciencia humana. También ha ofrecido a las naciones del Levante una efectiva solución a sus problemas, con posibilidades de establecer la paz definitiva en la legendaria Tierra Santa. 

De este modo le recuerda permanentemente al mundo que sus grandes problemas pueden ser resueltos únicamente por la vía pacifica, de cuerda deliberación, de libre expresión y según los Principios Espirituales 

Si todos los que piensan, sienten y viven como nosotros se uniesen, se haría sentir  aún más en el mundo una Fuerza Moral y una autoridad Espiritual inconfundible e indiscutible. Lo que pedimos aquí, desde luego, es la UNIÓN UNIVERSAL de los idealistas, la alianza de los corazones nobles, la Comunión Espiritual por encima de todas las diferencias de credo, culto, raza y nacionalidad.  El hombre es más fuerte y más grande que nunca cuando sabe pensar sin consignas, tabús, ukases o cercos sectarios y por encima de fronteras y tiranía de cualquier clase, eso es cuando se es hombre tal como Dios le creó y lo quiso. 

CORAZONES SINCEROS, ALMAS SINCERAS de todas partes, unámonos y contestemos de manera verdaderamente moral y Espiritual de una genuina UNIDAD ESPIRITUAL UNIVERSAL a las bombas nucleares "limpias", a las guerras totales, al monstruoso comunismo y a la violencia odiosa de todas las latitudes. 

POR EL AMOR DE DIOS SEAMOS AMIGOS Y HERMANOS.  POR LO MÁS SAGRADO QUE AMAMOS VIVAMOS SEGÚN NUESTRAS CREENCIAS. 

POR LO MÁS SAGRADO DEL UNIVERSO PROCUREMOS MERECER  LA VIDA. 

En la próxima edición de ARIEL, nos será grato reproducir todos los criterios que recibimos en respuesta a este nuevo llamamiento nuestro, así como también la ya impresionante lista de las organizaciones religiosas, fraternales, místicas, filosóficas y Espirituales que han respondido favorablemente, demostrando así su acendrado carácter y la pureza indiscutible de sus intenciones.

Blanche  Ledran

Nueva York, 3 de marzo 1957