J U S T I C I A

justicia

Estudio presentado al

CONGRESO MUNDIAL PERMANENTE DEL HOMBRE

LIBRE Y PACÍFICO. (1949)

18, rue Maurice Arnoux

Montrouge – Seine – France.

         Según ciertos auditores, parece que es difícil comprender lo que es Justicia. ¡Diablos! exclama alguien, ¿Qué es Justicia con una Mayúscula? No se entiende nada. Defínanos está abstracción si son ustedes capaces de ello.

            Según la definición moderna, Justicia es concretización de: Libertad, Legalidad, Fraternidad. Sin embargo, cosa extraña, el mundo no emplea estos términos sino para designar unas utopías y unas abstracciones. Digamos pues, para ser conciliadores con algunos que se preocupan muy poco por una real elevación, que la Justicia es la abstracción de las abstracciones.

            Para nosotros, por el contrario, parece que Justicia es igual a preocupación por los demás, que se reduce, en definitiva, a no ser sino un medio de instaurar la armonía, el acuerdo perpetuo.

            Preguntémonos ahora, para ser más prosaicos,a qué equivale estapreocupación por los Demás, y encontraremos que esta preocupación por los demás es “Redde Ratione” para los que tienen previstos, y entera aplicación de trabajo para los desprovistos; preocupación por los demás es el Amor aplicado, Amor que naturalmente no tiene nada que ver con Amor-Esclavitud; es un trabajo desinteresado de cada uno por el interés de todos, es algo por encima del sistema de producción forzada que se llama “dinero”.

            Justicia es pues lo debido para cada uno, independientemente de las leyes variables, de la moda o del momento, eso en lo que concierne al solo terreno económico. En el terreno moral, Justica no es más que Amor aplicado, o sea preocupación por la libertad del Otro. Preocupación de igualdad, pues lucha para elevar a los que están más abajo que nosotros, espiritual y culturalmente, preocupación de fraternidad, esto es dedicación espiritual y corporal de cada uno de nosotros a la colectividad, todo ello, naturalmente, con el fin de que toda la colectividad se dedique a cada uno de nosotros. Justicia, es limpieza integral al cien por ciento.

            Porque se confunde demasiado a menudo la Justicia con la ley; la ley, apréndanlo bien, es imposición, no Justicia. La que tambiénse hace en contra o para nuestro beneficio, es y queda siempre como una imposición!

            Pero si la Justicia no es la ley, nos preguntaremos ¿qué es? Presentaremos oficialmente la Justicia despojada de juicios, la Verdad sin velos. La Justicia no es lo que es eterna e invariablemente la Preocupación Material y Moral del Otro, allí donde la preocupación del Otro es igual a la ley del menor esfuerzo; en la vida en sociedad, no puede haber Justicia.

            No es, y esto jamás, Dios – para emplear el término común vulgar - quien castiga con el fin de enderezar errores. Dios es Amor, no juez. Los defectos que sufrimos, en nuestra vida, provienen de nosotros mismos, de nuestra manera de vivir. Por el hecho mismo que vivimos, y que para vivir uno debe saber, uno está obligado a alimentarse, además no es superfluo recordar que alimentarse quiere decir luchar para la adquisición de su alimento (sustento). Justicia será pues, en este caso también, la expresión del menor posible despilfarro, de sufrimiento en un ambiente que quiere despiadadamente la atribución.

            Es superfluo repetir que para sufrir menos de la organización del mundo, es necesario liberarse totalmente de este espíritu de parasitismo que quiere que estemos contentos porque nos aprovechamos de la justicia de los demás, y descontentos tan pronto como las actuaciones de nuestro prójimo no nos son provechosas, o dicho de otra manera, cuando “nuestro prójimo” no nos es provechoso, o sea cuando no los juzgamosasí. ¿Quién quiere que nos aprovechemos de la bondad de los demás, engañando a la Justicia a todo momento del día? ¿De qué derecho pretendemos que los otros sean más justos hacia nosotros si disponemos delsimple y aprovechamos incluso del tunante (astuto)? ¿Cuándo comprenderemos que los actos de cada uno hacen – según la ley del conocimiento enseñada por los Sabios – escuela de los demás, es decir que los demás nos pagan con nuestra moneda, que esta manera de vivir la veremos todavia empeorar hasta que el propio mal nos cure? ¿Cuándo pues, queramos volver a ser honrados?

            Ah! Hermano, reconozcamos de una buena vez que los ladrones – y no los robados – somos nosotros, y tratemos de renovarnos. Pues es debido a este espíritu de fullería innata en los hombres que no comprendemos lo que es la Justicia. Pero ¿Cómo queremos saber lo que es la Justicia si no la poseemos en nosotros, si no hemos sepultado el gendarme en uno mismo, si a causa de esto necesitamos de gendarmes, de leyes hechas fuera de nosotros: Si cada uno de nosotros está todavia en estado de deuda con la colectividad?   Reconozcamos de buena gana que el Principio de la honradez integral en el hombre actual, es todavia vago, utópico. Es por esta razón que la preocupación del Otro es todavia una abstracción, no por ningúnotro motivo.

            Pero entendámonos bien antes de acabar sobre esta “preocupación del Otro”. Es necesario recordarse bien que está no es la cortesía hipócrita que se emplea demasiado a menudo hacia los demás, pero bien Justicia, es decir lo debido a cada uno.

            Pero he allí que un economista levanta la cuestión de cifras, ¿Cuánto beneficio tenemos derecho de descontar, según sus principios, sobre el trabajo de los demás? Dónde empieza lo ilegal, lo injusto? Pues ahí tambien nos contesta la enseñanza de los Sabios: Trabajen tanto como puedan con el fin de servir el interés de todos, y den continuamente lo superfluo a la comunidad bajo forma de ofrenda anónima, en vista de instaurar el Capital anónimo y eliminar, racionalmente por este hecho, el capital Privado. Ahí tambien, si uno es integralmente honrado el problema está resuelto. Cuando los mejores, los más hábiles, cuando todos trabajen para el provecho de la comunidad, nos gustaría mirar bien en los ojos de aquel que no admire estos conductores de hombres que, aún satisfaciendo su capacidad de acción, no tendrán ningún beneficio material a no ser el de la satisfacción de haber trabajado mucho para la humanidad. Pero¡Oh Señor! hemos recaído de nuevo sin saberlo en lo abstracto, en el futuro que debe, a pesar de todo, ineluctablemente volverse presente. A pesar de todo, - vamos - ¿Qué es una abstracción sino un punto que alcanzar, a concretizar en el futuro? No se comprende lo que es Justicia sino es por este poco que se llama “preocupación del Otro”, y después se pretende ver cambiar la Sociedad, el mundo porque este no anda ya. Debido a quien ¿por favor? debido a quién?...