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Alas Regud

Association Internationale de Charité et de Protection aux victimes des Descriminations raciales, des absolutismes religieux, aux réfugiés de guerre, objecteurs de conscience, apatrides, emigrants necessiteux, exiles politiques et peuples opprimés

Charitable and Protective  International Association of victims of religious persecution and racial discrimination, war refugees, conscientious objectors, sans  patrie, needy  emigrants, oppressed people and political exiles

 Asociación  Internacional  Caritativa y Protectora  de víctimas de la persecución religiosa, refugiados de  guerra,  objetores   de   conciencia, apátridas, personas oprimidas y exilados políticos

 

SOCIÈTÉ POUR LA DELIVRANCE ET LA PROTECTION DE L´HOMME
SOCIETY FOR THE RESCUE AND PROTECTION OF HUMAN INDIVIDUALS
SOCIEDAD PARA EL RESCATE Y LA PROTECCION DE LOS SERES HUMANO

   

¡ESTREMECEDORA   REALIDAD!

 

 

El siguiente artículo fue escrito por James N. Wallece, del equipo de la Revista US. NEWS & WORLD REPORT del 8 de Agosto de 1977, que durante los años 1967 a 1973 hizo los reportajes sobre la guerra de Indochina. Original en Inglés a Disposición. Traducido el 10 de diciembre de 2000 por la ALIANZA UNIVERSAL, Sección Refugiados… Sin Fines Lucrativos.

Foto: - Un campo de refugiados camboyanos en Tailandia. Oficiales de los EEUU estiman que sólo uno por cada cinco que huyeron de los comunistas lograron sobrevivir a las patrullas y los campos de minas

 

UNA SOLUCIÓN COMUNISTA

 “LA MUERTE DE UN MILLON DE CAMBOYANOS”

 

“Estuvimos andando prácticamente todo el día, todavía en compañía de cientos de miles de personas. Pasamos por encima de dos cuerpos que estaban en la carretera, como habían pasado ya antes que nosotros miles de personas. Los cuerpos estaban planos como pancakes”.

Para el farmacéutico camboyano Kyheng Savang, incluso la estremecedora experiencia de pasar por encima de cuerpos “planos como pancakes”  perdió pronto todo significado en el continuado horror de una de las mayores migraciones forzadas de la historia humana; la evacuación en masa de las ciudades de Camboya después de la invasión comunista en abril de 1975.

La historia de este hombre y de los otros miles que eventualmente escaparon es contada detalladamente, sin emociones, pero de manera espeluznante, en un nuevo libro “Murder of a Gentle Land” (“Asesinato de un País amable”) por John Barron y Antony Paul.

 La evacuación y las masacres, dicen los autores, causaron la muerte de al menos un millón de camboyanos, cifra ésta que es discutida por algunos oficiales de los EEUU. Richard C. Holbrooke, Secretario adjunto de Estado, dijo el día 26 de julio a un subcomité de la Cámara que no pueden  obtenerse “cifras exactas” pero que “el número de muertos parece ser de decenas si no de cientos de miles"

 EL TRABAJO DE UN AÑO – La documentación sobre la magnitud de la agonía de Camboya – genocidio que corre parejo con la carnicería de judíos por Hitler o la liquidación de Kulaks por Stalin – exigió concienzudas entrevistas e investigaciones. Barron y Paul pasaron más de un año en el Asia Sudoriental y en Europa, trabajando en el libro.

Durante la mayor parte del largo conflicto vietnamita, la vecina Camboya y su adormecida capital eran realmente un lugar y un tiempo muy alejados de la guerra – un pacífico oasis de un pueblo tranquilo.

 Cuando la guerra se extendió a Camboya lo hizo con tal furia salvaje que posiblemente destrozó  una sociedad entera, aparte de que los comunistas tomaron el poder.

MISTERIOSOS GOBERNANTES. Los hombres y la ideología que gobiernan actualmente en Camboya son casi tan misteriosos hoy como lo eran cuando cayó Pnompenh el 17 de abril de 1975. Todo se ordena que se haga en nombre de la omnipresente Angka Loeu u “Organización Suprema”. Pero nadie parece saber o dice no saber quién o qué es la “Organización”, o aún como se relaciona con los Khmer Rojos comunistas.

Sin embargo no hay duda sobre lo que Angka Loeu ha hecho.

Se ve claramente que la evacuación forzada había sido planeada anticipadamente. Menos de cinco horas después de que los primeros soldados comunistas, con sus piyamas negros, entraron en Phompenh, los residentes recibieron bruscamente la orden de salir inmediatamente, “por unos pocos días” o “por un momento”. Las razones que se dieron a la aturdida población oscilaban desde la necesidad de “limpiar la ciudad” hasta “huir de los bombardeos Americanos con sus B-52”.

La gente fue obligada a evacuar sin comida ni agua, con temperaturas que sobrepasaban los 38ºC. Los enfermos de los hospitales fueron empujados a lo largo de las carreteras en sus camas. Mujeres en estado dieron a luz al lado de las carreteras, y después tenían que abandonar los pequeños moribundos por cuanto los soldados aguijoneaban constantemente a la gente por detrás. A los rezagados se les llevaba a la muerte disparándoles con bayonetas o aplastándolos.

Solo después de varios días se reveló la verdad: Nadie regresaría al hogar. Se dijo a los evacuados que talasen parte de la selva para formar nuevas aldeas y campos de arroz en medio de la jungla, a menudo con sus manos desnudas, para la “nueva Camboya”.

¿Qué  propósito había en todo esto? Algunos comisarios políticos de la Angka Loeu al principio hablaron vagamente acerca de crear un “comunismo más puro” que el que existía en Rusia o China, o un “nueva clase de igualdad”. La investigación de los autores de “Murder o a Gentle Land” revelan objetivos mucho más ambiciosos.

El éxodo forzado de unos tres millones y medio de personas, la mitad de la población del país, fue parte de un complejo plan para destruir el pasado y el presente de una sociedad. Aparentemente el andar sin sentido hacia arriba y hacia abajo en la misma carretera, las separación de las familias, la destrucción de los papeles personales y el terror desconcertado  tenían por objeto desorientar e intimidar a la personas en una manera tal que perderían incluso la voluntad de reconstruir sus vidas personales.

 Al mismo tiempo, todo los registros escritos en el país – incluso las listas alfabéticas de los niños de las escuelas – fueron quemados. Las máquinas importadas, los equipos y enseres de las casas fueron sistemáticamente destruidos. Los autores presentan evidencias convincentes de que el final de 1976, mucho después de terminadas las evacuaciones, el régimen estuvo sistemáticamente matando a cualquiera que tuviese algún nivel de educación media.

ACENTO INEQUIVOCO DE LA VERDAD: Por cuanto  todo lo que se refiere a Indochina es automáticamente controvertible, una pregunta tiene que ser formulada: ¿Es digna de confianza esta narración de lo que pasó? – Según un corresponsal familiarizado con la época de la guerra de Camboya, todo tiene el acento de la pura verdad.

 

La aviación americana fotografió las carreteras colmadas de evacuados, y las ciudades vacías. Los autores descartaron todo lo que los entrevistados solo sabían por haberlo oído decir, basando sus casos sobre lo que la gente realmente vio y experimentó. Las historias de los Refugiados fueron confrontadas entre sí durante meses.

Las ciudades estaban vacías, dijo una vez un comisario Angka Loeu a un sacerdote católico “porque las gentes son buenas, pero las ciudades son malas”.

Este libro revela que en Camboya son las gentes malas las que triunfaron.

August  8 /1977. US NEWS & WORLD REPORT

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Maha Chohan Kut Humi Lal Singh