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 LA VOZ COSMICA

 

¿Qué es la espiritualidad?
¿Qué es lo que somos y enseñamos?
¿Podemos serle útil a Usted?

 

Una carta entre muchas y una respuesta especial

Bogotá, Abril 4 de 1943
Señor:
Pr. Cherenzi Lind.

Desde que tengo uso de razón mis pensamientos me han agitado desordenadamente. Casi continuamente he sido esclavo de toda clase de impulsos. En mi fondo predomina el amor a la bondad y a la justicia y un respeto sin límites a Dios, pero en lugar de cultivarlos he dedicado hasta ahora el noventa por ciento del tiempo a tratar de satisfacer las necesidades de todo género que hasta hace poco consideraba lo más importante de la vida.

Siempre me ha gustado raciocinar y buscar en temas como Dios, lo que sucede después de la muerte, la razón y objeto de la vida etc. No cumplo ritos religiosos porque no están de acuerdo con mi modo de pensar. En general he sufrido mucho espiritualmente. En una visita que hice a una población cercana me encontré con alguien que tuvo la bondad de hablarme de la Universidad Espiritual y de los Rosa-Cruces y me dio algunas de sus enseñanzas. Deseo ardientemente iniciarme en los estudios espirituales y en las gimnasias psíquicas y progresar indefinidamente y lograr que mi parte espiritual prime completamente sobre mi parte material. Ruego a usted profesor amado, me de sus enseñanzas y me ayude a recorrer este camino a pesar de las debilidades que ya no atenuarán mucho tiempo con la ayuda de Dios. Por lo pronto estoy tratando de lograr de lograr la calma y el orden de las ideas y ya he conseguido algo.

Humildemente.

R.C.C.

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Sr.
R.C.C.
Bogotá, Colombia

Muy distinguido Hermano

Tomo en consideración los delicados particulares de su estimada comunicación, y le confieso que me complace atenderle. Es mi vocación y mi Misión.

Su carta es un verdadero documento humano, que quisiera publicar, con su permiso. Revela la angustiosa existencia de la inmensa mayoría de los seres humanos, que sienten hondamente el aguijón de sus necesidades naturales, bajo diversas formas de vivencias, que confunden con impulsos o con el fervor religioso sincero, pero que desperdician su valioso tiempo en fútiles metafisiqueos o entregados a vicios o aspiraciones de índole utilitaria y materialista.

La trayectoria seguida por usted es la de los demás. Todos sufren, anhelan, buscan, se desesperan y en fin acaban por clamar por lo ignoto, que parece ser a la postre  lo único valedero, lo supremo  de la vida, porque es lo que sustancia y guía nuestra existencia pese a nuestra ignorancia y demás deficiencias. Acojo con beneplácito su deseo y decisión de estudiar y de perfeccionarse, superarse y alcanzar conscientemente estadios superiores de conciencia. Su confianza en mis enseñanzas responderá a sus ansias, puedo asegurárselo, pues para eso he sufrido yo mucho, muchísimo, y estudiado profundamente la vida. Puedo ayudarle en recorrer el camino, como bien dice usted porque yo mismo lo he andado y sé de qué se trata.

Primero debe usted armarse de valor. No crea que sus debilidades son tan complicadas y que va a ser imposible su rehabilitación. Empiece por asumir una actitud mental positiva, fuerte, de vigorosa postura como para salir triunfante en sus aspiraciones. Y cuando logre esto, no se deje abatir, ni permita que circunstancia alguna lo amilane o haga sentirse más pequeño que las circunstancias.

Si, cuente con la ayuda de Dios, si por Dios entiende las potencias inteligentes del Universo; pero tenga bien presente también que DIOS no responde ni ayuda a los indolentes, a los ilusos, a los viciosos y a quienes solo creen merecer RECIBIR sin necesidad de hacer esfuerzos o de saber DAR.  Cuando haya aprendido a desprenderse de sus egotismos de sus vanidades, prejuicios e ilusiones, encontrará en el fondo íntimo de su ser a ese DIOS que implora y con el cual piensa usted alcanzar la anhelada felicidad y superación propia.

Mis enseñanzas son Universales, si, pero no porque sean profusamente difundidas sino porque son de carácter esencial y se basan en los Principios primordiales de la Naturaleza. Muchos estudiantes y Discípulos se creen que con simplemente acogerse a mi benevolente protección o intitularse Discípulos del Gran Maestro K.H., serán asistidos por todos los Devas que se complacen en el cósmico aura del Chohan K.H., y que no necesitan hacer más esfuerzos ni tienen que preocuparse más por su karma. De ahí que muchísimos empiecen con inusitado entusiasmo, con fervor imponderable. Pero pronto vuelven a la rutina de las ilusiones y a la inopia de las esperanzas fallidas. Es triste, verdaderamente, presenciar el cuadro de esas gentes ilusas, pues hacen compromisos morales graves y luego reencuentran que no pueden seguir adelante en su cumplimiento, y se reintegran a la indolencia y a la murria del deambular desesperanzado y desventurado por las alamedas del mundo que con nada responde a sus corazones vacíos y almas impotentes.

La UNIVERSIDAD ESPIRITUAL es una Institución para gente estudiosa y anhelosa de íntima superación. Pero no es para gente cansada de vivir o descorazonada, que se ha aburrido en otros sistemas u organizaciones místicas, religiosas o culturales. No deben tomar, esas gentes, a nuestra Institución por una beneficencia general, para luego apartarse de nosotros tan pronto como quedan convencidos de que no han de encontrar las panaceas ni los filtros mágicos o los talismanes todopoderosos con que sueñan. Tampoco deben  confundirnos con esas misteriosas órdenes y fraternidades donde prepondera la jerga confusa y donde mandan los atiborrados de doctrinas secretas y los soñadores del astral.

En nuestra Institución no hay horóscopos ni misterios de magias, ni se consulta a los “espíritus” ni nada pretende estar en contubernio con los mundos superterrenales. Entre nosotros, solo prevalece el amor al estudio y el anhelo de autosuperación consciente, mediante el esfuerzo natural, el cultivo de las facultades íntimas, el control de las energías personales, y en fin el cateo de las verdades ignotas de la vida.

La charlatanería que explota la credulidad humana ha hecho mucho daño a lo ESPIRITUAL, pues ha traído sobre él un indiscutible desprestigio. Y el fanatismo religioso que condena todo lo superior y cuanto no este acorde con sus dogmas y doctrinas misteriosas, también desacredita mucho las cosas del ESPIRITU. Pero no por ello se debe creer que todos los espiritualistas son unos desvergonzados, chiflados o malvados, o bien unos demonios redivivos. Debemos considerar que el caso preponderante en el mundo en la actualidad, los fracasos morales y las miserias todas y el cúmulo de vicios que caracterizan  a la civilización actual, son precisamente frutos, consecuencias naturales de la falta de genuinos VALORES ESPIRITUALES en el mundo. Si hay una atroz guerra universal en estos momentos es a causa de que las fuerzas materiales o antiespirituales habían de chocar entre si a la larga, hasta anularse. De ahí que, como lo hemos señalado infinidad de veces ya, la guerra actual es proceso salutífero para el género humano ya que señala en forma de atroz hoguera depuradora y rehabilitadora, el final de una era y la aparición de una Nueva Era. Y en el porvenir, mediante el enorme interés que se viene patentizando hoy en día por los principios Democráticos, veremos surgir una serie de principios y nociones que echarán al traste con todo lo que ha prevalecido hasta ahora, ya sean instituciones o credos, culto e ideales. La humanidad está lanzándose hacia un mejor devenir, y en la post-guerra asistiremos al alumbramiento de una mejor humanidad con una civilización Espiritual. Esto no es una simple ilusión, es una advertencia, y está subrayada y sustanciada por los elementos cósmicos que notamos, tan activos en la actualidad. Un destino nuevo se está forjando para la humanidad.

La UNIVERSIDAD ESPIRITUAL ha acogido en su seno, como Facultad, la Institución ROSA-CRUZ Universal. De ahí que recomendamos estos estudios. Pero cuidado con esta palabra ROSA-CRUZ. La impostura de ha enamorado de sus prestigios, de su historia, y se ha dado a la grosera labor de imitarla. De ahí en fin que existen diversas organizaciones que se titulan ROSA-CRUZ cuando en realidad son simples negocios bien disfrazados. Cuanto más pregonan su pureza y su originalidad, estas órdenes y fraternidades rosacruz mas demuestran su ramplonería y su falsedad.

Hechas estas advertencias, puede usted si quiere reconsiderar sus decisiones. Nosotros no queremos disfrutar de su confianza sin merecerla. De ahí nuestra franqueza. Si Ud. cree que se ha equivocado de puerta, puede dirigirse a AMORC, a la FRATERNIDAD ROSACRUZ o a cualquier otra de esas sociedades que cultiven maravillosamente el arte de la zalamería y saben engatusar a las incautas víctimas que llegan a ellas. Ojala nuestra franqueza le sirva de advertencia y no se deje sorprender. Por otra parte, nosotros no podemos ofrecerle ampulosos ritos ni recomendamos ninguna clase de culto. No vendemos pasamanerías charlatanescas, ni damos grados a base de cierto estipendio. Usted no podría hallarse cómodo entre nosotros si no se aviene con la absoluta sinceridad que profesamos a modo de religión y si no gusta el estudio sin fútiles vaguedades y abstracciones y sin férulas dogmáticas o tradicionales.

Podemos garantizarle el pleno triunfo en sus aspiraciones si está dispuesto a hacer los requeridos esfuerzos, y siempre que no crea que va a alcanzar poderes supernaturales y obrar milagros simplemente porque si. Pero si sabe esforzarse nada le será imposible.

Agradezco de veras la confianza que me profesa, y le ofrezco mi incondicional empeño y devoción. Entre tanto, reciba mi mejor bendición Espiritual.

 

K.H.

Supremo Instructor

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Tomado de la Revista Ariel #3 Vol. 5

                                                                                                                Febrero y Marzo de 1944