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 EDITORIAL

En el presente artíclo del Pr. OM Lind Schernrezig, menciona en el último párrafo sobre su accionar rehabilitador propiciando un moderno RENACIMIENTO ESPIRITUAL, desde el año 1912. Se cumplen pues 100 años desde el inicio de su inigualable labor. Sirva este editorial como recordatorio de una labor que requiere aún de la maduración de la Conciencia Humana para que pueda ser dimensionada y aplicada en toda su plenitud por la humanidad.


PROEMIO

Revista MAHA BODHA MANDALA No. 5, octubre de 1944
Manizales, Caldas, Colombia

Veritas Omnia Vicit
In Hoc Signo Vincit
«Vivir es, en gran parte, vencer».-K. H.

Esta obrita es un arreglo, con ampliaciones pertinentes, de un trabajo que escribí años atrás en Narabanchi, en el corazón del Asia o sea en Sin-Kiang (Tartaria), para el profesor Ferdinand Ossendowsky, a manera de síntesis de unas conversaciones sostenidas con él en presencia del Hutulktu Jolben Sho, del Mingsho—Superior de Escuela Secreta—Ebendhi Nunshi, del Naljorpa—sabio, preceptor, yogui—Nemro Shuo — mejor conocido por Techugun Lama y el Dr Nicolás Borodine. Habiendo el Prof. Ossendowsky encontrado mi tesis original y apenas discutible, quiso hacerla conocer en el mundo occidental, y es así como nació mi primer libro destinado a ser leído en los paises civilizados gracias a los auspicios de un sabio de occidente, y la escribí al calor de la guerra de las estepas en 1923, cuando mi pensamiento predominante era planear y ganar batallas, atender a problemas de avituallamiento de nuestros ejércitos, y a la sazón gravemente herido y recién huido del campo enemigo tras de haber sido hecho prisionero y condenado a ser fusilado.

Esta obra bien merece su título, porque quien la escribió ha vencido al destino cada vez que lo ha querido, y sus innumerables Discípulos diseminados por toda la superficie del orbe pueden responder de la eficacia y trascendencia de estas enseñanzas.

El contexto original de esta obra puede leerse en la obra «LA CIENCIA MISTERIOSA DEL REINO SUBTERRANEO», del referido sabio polonés, la cual ha sido ya traducida prácticamente a todos los idiomas. Las circunstancias hicieron que quien escribe esto viajara por todo el mundo y conociera los principales centros docentes superiores e Institutos mayores de investigación de Europa, las Américas y el Asia, y si me atrevo ahora a preparar este libro es por la insistente petición de la SOCIEDAD DE ESTUDIOS esotéricos, de París, respondiendo principalmente a la razón aducida, que es: “…estamos hartos de este ocultismo teórico con su difusa e insulsa kábala, tanto como del cristianismo confuso e impotente que nos enseñan las Iglesias de Roma, Canterbury, Boston y de la ortodoxia greco-rusa. Estamos ahítos de doctrinas enrevesadas y místicas, vengan de donde vinieren, sobre todo si vienen prestigiadas con etiquetas exóticas, como la teosofía acuñada en New York pero bautizada en la India. El resumen, de tanta filosofía y religión es simplemente desconcertante porque promete mucho, da esperanzas, entretiene con ilusiones, pero carece de sentido práctico; es más bien efectista que efectivo, y en vez de trascendencias realistas, de superlativa espiritualidad, producen un idealismo superfluo y puramente emocional. Ni la religión ni la filosofía conducen al hombre al vencimiento de Karma, de la herencia biológica y del devenir, como si no les conviniera en ulterior análisis la evolución del individuo, sino simple y exclusivamente “la salvación de su alma o espíritu”, y esto último es en extremo problemático puesto que, sin la evolución superativa, el alma, la mente, el espíritu no tendría justificación plausible. Empero, el «Karma» es para los se- res mortales como una trágica prisión, la “herencia biológica” obra a modo de terrible cadena, y en el “devenir” o “acaso” tenemos una equivalencia de ancla que nos impide todo progreso perfectivo, y ésto es el misterio avasallador que hace todavía mayor el calvario que es la vida en tales circunstancias”.

Tanto el problema de la HERENCIA BIOLOGICA como el del KARMA los he tratado ampliamente en otras obras, resumiendo mis investigaciones y los conocimientos adquiridos sobre tan importantes particulares. Ahora reúno aquí varios trabajos míos que tratan de manera general el asunto del DEVENIR, y me impulsa a ello el interés que han venido despertando mis enseñanzas sobre el mismo particular. Es más, he tenido muchísimos imitadores, y se ha tergiversado no poco distintos aspectos de mis asertos, y como considero que es indispensable corregir los errores de mis comentadores, intérpretes y “mal copistas”, quiero de una vez salvar mi propia reputación y la de la propia ciencia, con la presente obra.

Prevengo a mis lectores que no deben imaginarse que pueden uncir las energías más sutiles de la Naturaleza con la misma facilidad que comprarían una “linterna mágica”, una “varita encantada” o unos “polvos maravillosos” en cualquier carabanchel. De hecho, con el progreso de la ciencia no se puede ya condenar lo milagroso, ni es concebible una actitud estulta frente a lo desconocido. En efecto, ya tenemos la LINTERNA MAGICA en el reflector de batería seca, la VARITA MAGICA en la pluma fuente y los detectores de ondas convergentes, y en fin los POLVOS MARAVILLOSOS pueden ser los preparados sulfa, de hormonas o aun Vitaminominerales de última hora. La cámara fotográfica, la radio y las vitaminas no son menos milagreras en sus aplicaciones. Pero se trata aquí de algo más grave, más trascendental, puesto que gira en torno al control de los PRINCIPIOS VITALES (Tattwas) NATURALES y a la mejor utilización de la VITALIDAD humana, con lo cual se asegura la conducción del proceso o desenvolvimiento de la Vida o sea del devenir en el ser humano. ¡Finalidad nada despreciable!

Sería un error grave el creer – sin fundamento lógico – que se puede coger en las manos el porvenir del ser humano y manejarlo a antojo nuestro. Se puede, sí, forcejeando con los Principios Vitales (Tattwas); pero ello entraña una grave responsabilidad. Se puede transformar su propia personalidad y su vida, así como la ajena, pero a cambio de grandes obligaciones morales y de carácter biopsicofísico, pues lo que se crea es nuestro, depende de nosotros para su progreso – y si fallamos, si no nos mantenemos a la altura de nuestros deberes, nos convertimos en víctimas suyas pues pronto degeneran y se desvían del curso natural de la evolución. Es una Ley natural, y se constata y no necesita ser discutida por cuanto lo que existe es siempre la respuesta práctica de una necesidad. Y las energías nuestras, lo mismo que las que invocamos y reclamamos, cuando dejamos de dominarlas, ellas nos dominan, y las más de las veces entonces somos como Frankenstein, vencidos y triturados por nuestra propia creación convertida en monstruo, o bien como ocurrió con Fausto, perecemos en el proceso de la conquista para la cual no estábamos preparados.

Podemos; ciertamente – todos los seres humanos – modificar, corregir, perfeccionar nuestra propia personalidad y modelar nuestra vida de acuerdo con nuestras mejores aspiraciones, pero esto es toda una ciencia y requiere ciertos méritos. Por eso no me cansaría de recordarlo a mis lectores. Es más, diré que lo natural de la vida nuestra es que controlemos y determinemos nuestra evolución, nuestro mecanismo biopsicofísico y nuestro devenir y no lo logramos; nos convertimos más bien en simples víctimas circunstanciales del ambiente, porque nos dejamos llevar de las corrientes del acaso y preferimos quedar entregados a las fuerzas que nos amodorran y llenan de ilusiones para someternos mejor a sus imperativos, y en fin detestamos el esfuerzo, la responsabilidad, la actitud creadora o la rebeldía del invicto. ¡Almas rastreras y pueriles!

Mi deseo mayor es que esta obra sea útil, y ansío que mis lectores saquen de ella todo el provecho posible. El mundo se halla en plena debacle, se derrumba una civilización y nace una Nueva Era. Desde el año de 1912 vengo propugnando enseñanzas rehabilitadoras, propiciando además un moderno RENACIMIENTO ESPIRITUAL. Ojalá sirva esta nueva obra de columna para el mundo de la postguerra, pues mientras el hombre no sea el dueño de sí mismo no podrá serlo de su porvenir, ni le será dable dominar el desarrollo de la vida. Si unos concejos o datos complementarios son necesarios al estudioso lector, quedo a sus órdenes

AGHARTA 343

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El trascendental Sentido de la Vida, lo es el genuino Amor, que expresa todos los poderes, todos los valores y todas las virtudes más sublimes de la Realidad



Prof. OM. Cherenzi-Lind
P. O. Box
Los Ángeles, California. --USA